Los hechos se remontan al pasado 30 de marzo de 2020, cuando la dirección de Nestlé comunicó a la plantilla que, como compensación por el compromiso y la dedicación ante el reto de suministrar alimentos y bebidas en las circunstancias derivadas por la pandemia y el estado de alarma, gratificaría a las personas que trabajan en fábrica y en el centro de distribución con una prima de 500 euros mensuales con efectos retroactivos y hasta el final del estado de alarma.

Sin embargo, mediante otra comunicación del 15 de mayo de 2020, Nestlé anunció que dejaría sin consecuencia esta asignación a partir del 24 de mayo ya que, «por parte de las autoridades han puesto en marcha medidas dirigidas a recuperar paulatinamente la vida cotidiana y la actividad económica, y por tanto también la compañía habría comenzado a recuperar la normalidad», dejando así de abonar la gratificación de 500 euros e incumpliendo, en opinión de UGT FICA, el compromiso inicial, ya que el estado de alarma no finalizó hasta el 21 de junio de 2020.

UGT FICA demandó a NESTLÉ y presentó conflicto colectivo en la Audiencia Nacional, previo intento de acuerdo en los Servicios de Mediación y Arbitraje (SIMA), solicitando que se declarase el derecho de los trabajadores de NESTLÉ a percibir la prima de 500 euros hasta el 21 de junio de 2020.

Ahora, y con su sentencia, la Audiencia Nacional da la razón a UGT FICA, al estimar su demanda y obligar a la empresa a dar cumplimiento a la comunicación efectuada el 30 de marzo de 2020 y, por tanto a dejar sin efecto la comunicación posterior. Por lo que NESTLÉ tendrá que abonar a sus trabajadores, con efectos retroactivos, la correspondiente prima de 500 euros mensuales hasta el 21 de junio de 2020, fecha concreta de finalización del estado de alarma.