Una nueva investigación del Scotland Rural College (SRUC) ha revelado que los cerdos mantienen sus colas colgantes contra su cuerpo cuando van a empezar a morderles, mientras que las tienen levantadas y enroscadas cuando no tiene ningún problema de amenaza de mordeduras.

La investigación se llevó a cabo utilizando 23 grupos de 29 cerdos destetados que fueron regularmente monitorizados con cámaras 3 D para detectar cualquier signo de lesión de la cola. La mordida de cola se detuvo tan pronto como se detectó un brote.

Este sistema de detección de rabos colgantes mostró una tasa de aciertos del 74% en su primera configuración experimental. De los 23 grupos analizados, 15 tuvieron problemas de mordeduras de cola. En cada uno de estos grupos, las cámaras mostraron un número creciente de rabos colgantes hasta el día de la primera mordedura.

La mordedura de cola no solo es un gran problema de bienestar animal sino que además tiene importantes repercusiones económicas. Un cerdo con la cola mordida puede llegar a suponer una penalización en el matadero para el ganadero de hasta un 1% del valor de la canal.