Madrid, 19 de noviembre´04. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, se opone a la previsión del Ministerio de Agricultura de ejecutar tan sólo 11,5 millones de Euros para el sector de los frutos secos; cuando el equipo del ministro Solbes había destinado una partida de 26,8 millones para este sector, tal y como recogen los Presupuestos Generales del Estado; COAG reclama que los 15 millones restantes adjudicados vayan efectivamente destinados al sector, prioritariamente a los agricultores profesionales. Conviene recordar que el sector de los frutos secos en la campaña 2004 perdió en las heladas un 80 por ciento de su cosecha.

En España dependen del cultivo de frutos secos más de 130.000 agricultores. Las ayudas a la multifuncionalidad de los frutos secos mantienen esta producción activa, la Unión Europea reparte una media anual prevista de 120,75 Euros por Hectárea, aunque este año se prevé que sea excepcionalmente elevada hasta los 216 Euros. La Comisión otorga a los Estados miembros la posibilidad de aportar 120,75 Euros/Hect. adicionales, que, tras una acuerdo tácito, ya pactado por el anterior Ministerio de Agricultura, se aportarían al 50% entre Administración central y Gobiernos Autonómicos. Pero, en la práctica, esta teoría se aplica de manera pusilánime y asimétrica: para el 2005, el Ministerio de Agricultura, en el último borrador presentado al sector, ha decidido aportar tan solo 12 Euros a la Hectárea -a pesar de tener margen y presupuesto asignado para aproximarse su tope legal comunitario de 120,75 o su 50% acordado con las Autonomías: 60,38 Euros/ Hectárea- y ha limitado las competencias autonómicas a no ofrecer la posibilidad de que éstas ofrezcan más de 12 Euros adicionales.

A este escenario, hay que sumarle la ineficacia de los mecanismos aseguradores, en el 2004 sólo se aseguraron un 5 % de la superficie existente, por la elevada cuota y la reducida cobertura que ofrece la Entidad Nacional de Seguros Agrarios, ENESA.

Esta ayuda a los frutos secos es un complemento de renta muy apreciado que mantiene a miles de familias en las zonas rurales que evitado un indeseable perjuicio para el entorno rural y el medio ambiente. Por si fuera poco, nuestros frutos secos ofrecen una calidad inigualable y forman parte de nuestro acervo paisajístico, cultural y culinario. Con la desaparición de estos frutos el mercado europeo caería definitivamente en manos de los frutos secos intensivos de California, en el caso de la almendra, o Turquía, en el de la avellana.