ASAJA de Castilla y León reclama la libre circulación en España de trabajadores rumanos y búlgaros a partir del próximo 1 de enero de 2007, fecha en que estos países ingresan en la Unión Europea, por considerar que su aportación al sector agrario y ganadero es imprescindible en la región.

La adopción unilateral de una restricción por dos años para la libre circulación impuesta por el Gobierno, con el apoyo de los sindicatos de clase, es, a juicio de ASAJA, un perjuicio para el campo, que necesita esta mano de obra cualificada, que proviene de países con gran bagaje agrario y ganadero, especialmente en la actualidad, en la que es difícil encontrar no sólo personal interesado en las tareas agrícolas, sino además personal especializado que las conozca y pueda desempeñarlas con profesionalidad.

ASAJA recuerda que Castilla y León es una de las regiones en las que más inmigrantes rumanos y búlgaros residen, -especialmente en provincias como Valladolid y Segovia-, de los casi 400.000 rumanos y 90.000 búlgaros empadronados en nuestro país.

El papel que esta comunidad inmigrante, que se adapta fácilmente a nuestro entorno rural y lucha por él, viene desarrollando en el campo de las nueve provincias es básico, de modo que la moratoria establecida por el Gobierno, al margen de acuerdos bilaterales que el propio ejecutivo anuncie con aquellos países, no viene sino a entorpecer un intercambio laboral y cultural que entendemos a todas luces beneficioso para el sector.