Sevilla, 28 de noviembre de 2008.- La intervención de la Guardia Civil y la colaboración de la Subdelegación del Gobierno han sido básicas para permitir que se recupere el desarrollo normal de la actividad empresarial de la finca “La Jarilla”, una explotación hortofrutícola ubicada en el termino municipal de La Rinconada (Sevilla) que en la última semana se ha visto prácticamente paralizada por la ocupación violenta por parte de un grupúsculo políticos-sindical anacrónico que basa su fuerza en la amenaza y el chantaje a trabajadores y empresarios, y cuyas actuaciones están casi exclusivamente regidas por el interés mediático.

Desde ASAJA-Sevilla felicitamos a los responsables de la finca “La Jarilla” por su honradez y su determinación, puesto que lejos de ceder a las coacciones han actuado conforme a lo que marca la ley y el Convenio del Campo de Sevilla y han mantenido en sus puestos a los trabajadores de más antigüedad, sin tener en cuenta su afiliación política o sindical.

Asimismo, queremos mostrar nuestro más absoluto respaldo a la Subdelegación del Gobierno, a la Guardia Civil y a sus responsables y les instamos a cortar de raíz este tipo de actuaciones violentas contra la propiedad privada, la libertad empresarial y los derechos de los propios trabajadores, y esperamos que esta sea la pauta que marque en el futuro las actuaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de sus máximos responsables políticos.

En pleno siglo XXI resulta inadmisible que un grupúsculo político-sindical que actúa al margen de las instituciones y de la legalidad y que carece de la más mínima legitimidad democrática, pues ni siquiera concurre a las elecciones sindicales, intente imponer por la fuerza y conculcando la Ley, la contratación de los trabajadores afiliados a su grupúsculo, aunque la antigüedad de estos en la empresa sea mucho menor.