La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) informa de que durante la tarde de ayer se han registrado diversas tormentas de granizo que han provocado daños de gravedad desigual en la agricultura de determinadas comarcas valencianas. Las zonas más afectadas por este nuevo episodio de granizo, que se suma al acaecido en el término municipal de Caudete de las Fuentes el pasado 12 de mayo, se encuentran en la comarca de Utiel-Requena y, más concretamente, en las localidades de Venta del Moro y Villargordo del Cabriel. De acuerdo con los testimonios recogidos en una primera valoración de urgencia, el pedrisco ha causado pérdidas importantes en más del 60% de la superficie de viñedo de Venta del Moro, mientras que los daños en algunas partidas de Villargordo afectan a la totalidad de la próxima cosecha de uva para vinificación.

Asimismo, también se tiene constancia de que el granizo descargó en algunas áreas de la Ribera y lo hizo de manera especialmente preocupante para la agricultura en los términos de Tous y Alzira, donde una superficie, todavía por determinar, de explotaciones de naranjos y caquis han sufrido daños. En cualquier caso, es aconsejable esperar aún hasta mañana para analizar las consecuencias de la tormenta sobre el terreno y poder efectuar así una valoración mucho más precisa sobre su incidencia en La Ribera, ya que a lo largo de toda la tarde de hoy seguían sucediéndose las lluvias a lo largo del territorio valenciano y acompañadas, en no pocos casos, de piedra.

“Estamos viviendo una primavera caracterizada por una gran inestabilidad atmosférica –explica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– y hoy mismo nos llegan noticias de que el granizo ha vuelto a provocar daños en los cultivos. Aún a falta de una evaluación más exacta sobre el alcance de los perjuicios que han acarreado estas últimas tormentas, puedo adelantar que desde AVA-ASAJA vamos a volver a reclamar, como ya hicimos con el pedrisco de hace dos semanas, al Consell y al Gobierno central ayudas extraordinarias y beneficios fiscales para los afectados, así como el suministro gratuito de productos fungicidas y cicatrizantes para ayudar a sanar las heridas causadas por la piedra en los cultivos. Tras el drástico recorte que han sufrido las subvenciones al seguro agrario, los agricultores están más indefensos que nunca ante las incidencias del clima y por eso las administraciones están obligadas a prestarles ahora toda su colaboración”.