Lucía Maesso, presidenta de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (AECERIBER) se ha mostrado favorable con respecto a la nueva norma del calidad del cerdo ibérico. “Podemos afirmar –dice- que hemos pasado por una expansión desconocida hasta entonces, implantándose el cerdo ibérico en explotaciones de cerdos de capa blanca, creciendo en tamaño las explotaciones existentes, incorporándose otras nuevas y, con ello, obteniendo volúmenes de producción que superaban los cuatro millones de cabezas en 2008. Incluso la industria transformadora aumentó también su capacidad elaboradora y de sacrificio para acoger esta enorme oferta de ganado”, según recoge la editorial de la revista de AECERIBER del mes de octubre.
Lucía Maesso, que acaba de cumplir ocho años al frente de la presidencia de esta Asociación, reflexiona diciendo que las “cantidades producidas en 2008 estaban fuera de toda periodicidad y superaban con creces los límites normales que oscilan entre el millón y medio y los tres millones de cabezas al año”.
“La crisis estaba servida en bandeja ya que reunía todos los requisitos que la caracterizan: demasiada producción, altos costes de producción, reducción de la demanda y fuerte retracción de consumo. La consecuencia ha sido francamente devastadora con la eliminación de explotaciones, cierre de industrias y un alto nivel de endeudamiento sectorial. La supervivencia de los operadores del sector ha sido la lucha diaria a lo largo de seis años”.
Añade datos de cómo se redujo el censo entre 2008 y 2013 en un 52,2%, siendo la bellota, el recebo y el ibérico puro las categorías más afectadas (59,5%, 77,6% y 74,41%, respectivamente). Esta mala tendencia ha desembocado en la nueva Norma de Calidad del Ibérico.
Escribe sobre las innumerables reuniones de AECERIBER con el Ministerio y añade que “la Norma de Calidad contempla muchas de las observaciones realizadas por AECERIBER y aunque el 100% no puede satisfacer a todas las partes, consideramos que el nuevo texto publicado establece una gran diferencia entre las producciones extensivas e intensivas, y a pesar de no utilizar correcta y directamente los términos ibérico y cruzado, se exige que el porcentaje racial (50% o 75%) aparezca en el etiquetado de los productos comercializados”.
En cuanto a los retos pendientes de AECERIBER, Lucía Maesso señala: “La certificación de las madres ibéricas con igual criterio técnico que el empleado hasta ahora, participaremos activamente en el desarrollo de las herramientas que ayuden al control de las producciones y productos y siempre estaremos muy pendientes del cumplimiento del etiquetado de los productos en los puntos de venta”. Fuente: FEAGAS
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