La crisis económica ha hecho mella en el pesimismo de los agricultores alemanes, que no se encontraban tan desanimados desde finales de 2005. Así lo ha puesto de manifiesto el barómetro que publica cada trimestre la organización agraria alemana DBV. Dicho barómetro ha señalado que el índice de optimismo en el sector agrario ha caldo desde los 12 puntos registrados en diciembre de 2008 hasta los 4,1 puntos de marzo-abril. Esta cifra contrasta con los 39,4 puntos que se alcanzaron en diciembre de 2007.

La DBV calcula este barómetro mediante encuestas periódicas entre agricultores para evaluar su situación económica y su disposición para realizar inversiones. Los sectores más deprimidos son el de vacuno de leche, cereales y porcino. Así, el 60% de los ganaderos de leche, el 30% de los agricultores de cultivos herbáceos y de los ganaderos de porcino y el 40% de los propietarios de las explotaciones mixtas evalúan su situación como mala o muy mala.

Sólo uno de cada tres agricultores tiene intención de invertir en los próximos seis meses, mientras que hace un año la cifra era uno de cada dos. Sobre todo ha disminuido la disposición a invertir en edificaciones y en maquinaria y tecnología agraria. Sin embargo, las inversiones en energías renovables siguen considerándose atractivas.

Para la DBV, la mala situación en la que se encuentran los agricultores y ganaderos no solo es debida a los bajos precios percibidos sino también a las desiguales condiciones de competitividad dentro de la UE, según publica el Boletín Exterior del MARM.