Sevilla, 15 de febrero de 2008. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Andalucía, ha mantenido hoy una reunión con el Secretario General de Hacienda, José de Haro, planteando el perjuicio que provoca la nueva tasa por actividades de control e inspecciones sanitarias en mataderos, salas de despiece, instalaciones de transformación de la caza, salas de tratamiento de reses de lidia y otros establecimientos sujetos a control oficial.

Esta organización agraria ha explicado al Secretario General que el cambio en la forma de calcular esta tasa supone un mayor desembolso de dinero para las pequeñas industrias, ya que, si bien anteriormente el impuesto se calculaba en función de la producción (número de animales o de productos derivados de ellos), ahora se calcula según el número de horas de visita que utilizan los inspectores. Esta medida significa que aquellas industrias que sacrifican un número reducido de animales o que tienen menor productividad pagarán lo mismo que las que tienen capacidad para sacrificar a un mayor número de animales en el mismo tiempo.

Esta situación ha provocado una notable inquietud entre los ganaderos, ante la posibilidad de que ese incremento de la tasa termine repercutiendo en los precios que ellos obtienen por sus animales. En la actual situación de crisis del sector, cualquier incremento de los costes resulta insoportable para los ganaderos, que siguen padeciendo la caída de los precios en origen mientras sus gastos no dejan de crecer. También resulta preocupante que pueda ser el consumidor el que termine pagando las consecuencias de la nueva tasa, viéndose obligado a pagar más por los productos ganaderos (algo que no contribuiría a promover el consumo de los mismos).

El Secretario General de Hacienda se ha mostrado dispuesto a estudiar la situación y se ha comprometido con COAG Andalucía a buscarle una solución lo más pronto posible.