El Ministerio de Agricultura podría suspender para la próxima campaña la necesidad normativa de realizar barbecho agronómico para percibir íntegra la ayuda acoplada de los cultivos herbáceos, con el objeto de liberar más tierras para el cultivo de cereales y oleaginosas y paliar la situación de altos precios de los cereales.

El barbecho agronómico es una obligación nacional exclusiva de España que establece como buena práctica agrícola en las comarcas más áridas la necesidad de mantener un porcentaje de barbecho, que es independiente y adicional a la retirada de tierras que establece la UE.

El barbecho era una práctica agronómica común en la España semiárida antes de que se implantaran las ayudas a la superficie. Cuando éstas comenzaron, se impuso una superficie máxima que era la media de la superficie sembrada, sin tener en cuenta el barbecho agronómico, por lo que se hizo necesaria la obligación de un porcentaje de barbecho por decreto en las zonas donde se hacía con anterioridad, con el fin de evitar el cultivo especulativo en esas zonas que hiciera que se incurriera en penalizaciones por sobrepasamiento de las superficie máximas.

En las últimas campañas, con la aplicación de la Reforma de la PAC y el desacoplamiento parcial, el barbecho solo estaba relacionado con el cobro íntegro de la ayuda que permanece acoplada al cultivo. Una eventual aplicación de un desacoplamiento total hubiera hecho desaparecer igualmente la obligación del barbecho agronómico, sin los problemas de penalizaciones que se pueden dar si se siembra masivamente este barbecho en la próxima campaña, del que hay algo menos de 1 millón de ha.

La desaparición de la obligación del barbecho agronómico permitirá sembrar más tierras en las zonas menos productivas, lo que no significa que se siembren necesariamente, dado que el barbecho se deriva originalmente de una práctica productiva, que en muchos casos sigue siendo conveniente.