De acuerdo con la revista New Scientist, científicos del Instituto Vector en Koltsovo (Rusia) han obtenido y probado plantas transgénicas de tomate que han sido transformadas genéticamente con una combinación sintética de fragmentos del ADN de los virus que causan el SIDA y la hepatitis B, que podrían ser en un futuro utilizadas como vacunas contra estas dos enfermedades simultáneamente.

Actualmente no existe ninguna vacuna contra el SIDA y la única existente contra la hepatitis B tiene un elevado coste.

En experimentos con animales de laboratorio a los que se ha alimentado con polvo obtenido de estos tomates, se ha observado un desarrollo de alto nivel de anticuerpos contra las dos enfermedades, incluyendo en las superficies mucosas, lo que es importante para la prevención de la transmisión por contacto sexual.

Los resultados de este trabajo fueron presentados el mes pasado en Lisboa en el congreso de la Sociedad Intenacional de Enfermeaddes Infecciosas (International Society for Infectious Diseases).