Una red criminal dedicada al robo de dispositivos GPS agrícolas en Francia ha sido desmantelada gracias a una operación conjunta de las autoridades francesas y lituanas, con el apoyo de Eurojust y Europol. El grupo está acusado de sustraer más de 150 equipos de guiado instalados en tractores y otra maquinaria, causando daños valorados en hasta 2,5 M€. El material robado era exportado principalmente a Lituania y Estados Unidos.

Las investigaciones se iniciaron tras detectarse un incremento inusual de robos de estos dispositivos en explotaciones y empresas de la región francesa de Occitania. A partir del seguimiento de los autores materiales y de las rutas de exportación, los investigadores identificaron una red criminal móvil originaria de Lituania, especializada en el robo de dispositivos GPS agrícolas en Francia para su posterior salida al extranjero.

Operación conjunta en Lituania y Francia

Para coordinar la respuesta penal entre países, se estableció una colaboración estrecha a través de Eurojust. Los fiscales implicados en la investigación mantuvieron reuniones en la sede de la agencia en La Haya para preparar una jornada de acción destinada a detener a los sospechosos e intervenir pruebas y activos vinculados a la actividad delictiva. Eurojust facilitó además la ejecución de diversas órdenes europeas de investigación y órdenes de detención europeas.

Europol, por su parte, prestó apoyo en tareas de coordinación y análisis, conectando a las distintas unidades de investigación implicadas en el caso. A partir de su labor analítica, la agencia fue capaz de relacionar distintos expedientes y robos previamente dispersos, lo que permitió demostrar la existencia de una red criminal estructurada y transnacional dedicada al robo y tráfico de equipos de posicionamiento agrícola.

Durante la jornada de acción en Lituania se detuvo a cinco sospechosos, de los cuales se prevé que cuatro sean entregados a Francia en el marco de las órdenes de detención europeas. En los registros se incautaron importantes sumas de dinero en efectivo, joyas, teléfonos móviles, equipos GPS y herramientas presuntamente utilizadas para cometer los robos. Paralelamente, otro sospechoso había sido arrestado en Francia en acciones previas.

Incautación de pruebas y autoridades implicadas

La operación incluyó también la toma de declaración a varios testigos en Lituania, cuyas informaciones ayudaron a reconstruir el modus operandi del grupo y a afianzar las conexiones entre los robos cometidos en Francia y la red de recepción y redistribución en el extranjero.

Según detallan las instituciones europeas, en el operativo han participado, por parte de Francia, la Jurisdicción Especializada Interregional (JIRS) de Burdeos y la Gendarmería Nacional. En Lituania intervinieron las fiscalías de Panevezys, Kaunas, Klaipeda y Šiauliai, así como las autoridades policiales nacionales. La actuación se enmarca en la cooperación judicial y policial de la Unión Europea para combatir las formas de delincuencia organizada que afectan directamente a sectores económicos estratégicos como la agricultura de precisión.