El conocimiento de los ciudadanos europeos sobre el sistema de seguridad alimentaria de la Unión Europea (UE) ha aumentado en los últimos tres años, según la Encuesta Eurobarómetro 2025 realizada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Desde 2022, la proporción de personas que afirman conocer cómo funciona este sistema ha crecido en 6 puntos porcentuales, al igual que la familiaridad con distintas cuestiones relacionadas con la seguridad de los alimentos.
El informe recoge datos de los 27 Estados miembros y de siete países candidatos a la adhesión, confirmando que ocho de cada diez europeos reconocen la existencia de normativas para garantizar alimentos seguros y un 76 % valora que la UE se apoya en el asesoramiento de científicos expertos, un aumento de 6 puntos. Asimismo, un 68 % reconoce la labor de instituciones independientes que aportan asesoramiento científico y un 71 % destaca la cooperación entre autoridades nacionales y comunitarias.
Factores que influyen en las elecciones alimentarias
El estudio señala que siete de cada diez europeos muestran interés personal en la seguridad alimentaria. Sin embargo, este aspecto ocupa el tercer lugar (46 %) entre los factores que más influyen en sus decisiones de consumo, por detrás del coste (60 %) y el sabor (51 %). El precio ha ganado relevancia, con un incremento de 6 puntos desde 2022, y es el factor prioritario en 20 Estados miembros, lo que refleja las dificultades económicas de muchos hogares.
Cuatro de cada diez ciudadanos afirman no prestar atención a la información sobre seguridad alimentaria porque dan por hecho que los alimentos que se venden son seguros. Otro 30 % considera que ya cuenta con conocimientos suficientes para evitar o mitigar riesgos.
Preocupaciones y temas más conocidos
Entre las quince cuestiones específicas abordadas en la encuesta, los aditivos alimentarios (71 %) y los plaguicidas (67 %) siguen siendo los temas más conocidos. También destaca el aumento en el conocimiento de las enfermedades animales (65 %, +5 puntos), los microplásticos en los alimentos (63 %, +8 puntos) y la intoxicación alimentaria (62 %, +5 puntos).
Las principales preocupaciones de los consumidores se centran en los plaguicidas (39 %), el uso de antibióticos, hormonas o esteroides en la carne (36 %) y los aditivos (35 %). La inquietud por los microplásticos ha sido la que más ha crecido, alcanzando un 33 %, 4 puntos más que en la encuesta de 2022.
Salud, confianza y fuentes de información
La mayoría de los ciudadanos considera que los problemas relacionados con los animales (53 %) y el medio ambiente (51 %) tienen un fuerte impacto en la salud humana. En cambio, el efecto de las cuestiones relacionadas con el medio ambiente y las plantas se percibe ahora como moderado.
Los médicos de cabecera y especialistas son las fuentes de información más fiables sobre riesgos alimentarios para nueve de cada diez encuestados, seguidos por científicos de instituciones públicas (84 %), organizaciones de consumidores (82 %) y agricultores y productores primarios (82 %). La confianza en autoridades nacionales (70 %) e instituciones de la UE (69 %) también ha aumentado respecto a 2022.
En cuanto a los canales de información, la televisión continúa siendo el medio más utilizado (55 %), aunque con un descenso de 6 puntos desde la última encuesta. Le siguen las conversaciones con familiares y amigos (42 %) y los motores de búsqueda en Internet (38 %). Las redes sociales y blogs ganan peso, con un 25 % de uso, lo que supone un incremento de 4 puntos.
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