El Organismo Estatal de Inspección de Trabajo y Seguridad Social (OETISS) vigila, desde mayo, el uso fraudulento de los contratos fijos discontinuos, que son utilizados para contrataciones permanentes, mediante el envío de cartas. Las sanciones pueden llegar a ser importantes si no se cumple la normativa, recuerdan desde la UAGN.

El sector agrario es uno de los que están el foco de esta campaña, debido a su estacionalidad. A través de soluciones informáticas avanzadas que actúan cruzando datos, se detectan contrataciones con contrato fijo discontinuo en situaciones en las que se debería haber firmado un contrato indefinido.

Hay que recordar que este contrato se dirige a aquellos empleados que llevan a cabo una actividad laboral de forma intermitente -en determinadas épocas del año-, pero de forma repetida cada año. Un trabajador con un contrato fijo discontinuo no podrá trabajar más de 10 meses al año, ya que, en este caso, debería estar contratado con un contrato indefinido.

No obstante, el envío de las cartas mencionadas no tiene finalidad sancionadora, sino que a través de ellas se da la oportunidad a las empresas de que  corrijan por su cuenta la irregularidad detectada y realicen la transformación de los contratos. Si transcurre más de un mes sin que se produzca la transformación sí que podría acarrear penalizaciones.