En el nuevo gobierno italiano de la líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, el hasta ahora Ministerio de Agricultura ha cambiado su nombre por el de Ministerio de Agricultura y de Soberanía Alimentaria. Al frente del mismo, se encuentra Francesco Lollobrigida, también del partido Hermanos de Italia.
Una de las prioridades de Lollobrigida es luchar en contra de Nutriscore, el etiquetado nutricional frontal del paquete. Ha señalado que no es un riesgo pasado sino una agresión. Productos tradicionales italianos como el jamón San Daniele o el parmesano se etiquetarían como productos poco saludables mientras que las bebidas carbonatadas sin azúcar o las hamburguesas vegetarianas serían productos saludables. Bruselas pensaba tomar la decisión sobre este sistema de etiquetado en 2022, pero ha pospuesto la fecha a la primavera de 2023.
Otra de sus prioridades es el equilibrio de la cadena alimentaria. Ha recordado, que incluso antes de la crisis, un litro de leche, que al productor le costaba producir unos 48 céntimos, se le pagaba a 38 céntimos, mientras que en la venta al por menor está entre 1,32 y 2 €. Este desequilibrio también existe para la carne, por lo que su prioridad va a ser defender a los productores agrarios de desequilibrios de este tipo que ponen al sector en grandes dificultades. No obstante, no ha avanzado lo que piensa hacer para solucionarlo.
Asimismo, el Ministro ha insistido en que Italia necesita cultivar más tierra. Considera que las 200.000 ha de barbecho que Bruselas ha permitido con la flexibilización de la PAC, no es suficiente. Italia cuenta con un millón de hectáreas de tierras sin cultivar que tendrían poder cultivarse.
A ver si de verdad algún político se preocupa y hace cumplir la ley de la cadena alimentaria, para que los demás lo imiten, no se puede consentir que los que no producen en la cadena alimentaria sean siempre los beneficiarios del sistema. ( El consumidor a pagar disparate, los intermediarios a forrarse y el productor primario a arruinarse..)