La guerra en Ucrania ha despertado una gran inquietud sobre la soberanía alimentaria en todos los países, pero muy especialmente en Francia, que es un país donde se le da gran valor a la agricultura y a la capacidad de poder alimentar a la población. De hecho, en los últimos Consejos de Agricultura de la UE, Francia ha sido de los países que más ha insistido en que proteger el medio ambiente es importante, pero lo es mas aún poder alimentar a los ciudadanos, refiriéndose explícitamente a la estrategia de la Granja a la Mesa de la Comisión Europea.

En la definición de su nuevo gobierno, el presidente Macrón ha querido dejar claro el peso que piensa darle al autoabastecimiento. Ha cambiado el nombre del Ministerio de Agricultura, que hasta ahora era Ministerio de Agricultura y Alimentación y ahora ha pasado a llamarse Ministerio de Agricultura y Soberanía Alimentaria.

Al frente de este nuevo ministerio no seguirá Julien Denormandie, que ha sido uno de los ministros más populares de la Quinta República. Tras la reelección de Macron se pensaba que seguiría en su puesto o que sería promovido dentro del gobierno. No obstante, el viernes pasado sorprendió con una despedida en Twitter, en la que indicaba que quería dedicar todas sus energías a su familia.

El nuevo Ministro francés de Agricultura es Marc Fesneau. Tiene formación en ciencias de la vida y biología y comenzó su carrera profesional en la Cámara de Agricultura de Loir-et-Cher.

Marc Fesneau ha señalado:  “Quiero mostrar que la agricultura, que es una actividad con siglos de antigüedad y cuya fuerza radica en la tradición, es fundamentalmente en el modelo de desarrollo que queremos para nuestros hijos, porque se encuentra en la encrucijada entre la actividad productiva, la cuestión ecológica y la cuestión social”.

En su discurso ha dicho que quiere mantener una línea continuista a la marcada por Denormandie, que ha sido un Ministro muy apreciado por los agricultores, porque habitualmente se ha puesto de su lado, valorizando su trabajo y defendiéndolos.

Habrá que esperar y ver cual van a ser los objetivos que va a defender Feneau y que los alegatos que ha hecho a la tradición y a la antigüedad de la agricultura no impliquen que quiera volver a los rendimientos productivos que obtenían nuestros bisabuelos.