El aumento de los costes de producción que ya se venían arrastrando y que se han agravado por la guerra con Ucrania, tienen un impacto muy elevado en los costes de producción de la leche. En el caso de Francia, el Instituto francés de la ganadería (Idele) estima que el incremento acumulado de los costes de piensos, fertilizantes y combustible oscilaría entre 15 €/1.000 l de leche para la estimación más baja, y 61 €/1.000 l para la más alta.

Por tanto, si sube el gasóleo agrícola en 10 céntimos, el impacto sería de 2 euros/1.000 l de leche. Un incremento de 100 €/t de nitrato amónico tendría un impacto de 4 €/1.000 l, mientras que un aumento de 100 €/t de pienso supondría un aumento de 24 €/1.000 l de leche.

Idele ha analizado un grupo de 133 explotaciones lecheras, con una media de 2,15 unidades de mano de obra y 346.000 litros de leche por unidad de mano de obra. Por tanto, una subida de 60 €/1000 l en los costes de producción, si se tiene una explotación de 350.000 l/unidad de mano de obra, supone más 20.000€/unidad de mano de obra!.

Desde Idele recomiendan reducir concentrados, jugar con la suplementación y valorar mejor el pasto disponible.  Si se reduce el 1kg de concentrado por día y por vaca, se deja de producir 0, 8 kg de leche, lo que según el precio que se perciba por la leche puede tener un efecto neutro o positivo.

Idele también señala que reducir 1 kg de harina de soja por vaca y día significa perder 1,7 kg por vaca y día. Reducirlo en 2 kg supone perder 5 kg de leche por vaca y día, además de generar problemas de equilibrio en la ración.

En la estación experimental que tiene Idele en Trévarez (Finistère) se consiguen 8.000 kg de leche al año con solo 80 g/l de harina de colza y con una ración que contiene un 50% de pasto pastado (es decir, 20 áreas de pasto pastado por vaca con un crecimiento de 40 kg MS/ha/día),.