Desde el día siguiente a Navidad, el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, no ha dejado de acaparar titulares, como consecuencia de la publicación de sus declaraciones al periódico británico, The Guardian, en el que arremetía contra la ganadería española. Afirmaba que “encuentran un pueblo en la España vaciada e instalan 4.000, 5.000 o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan la tierra, el agua y posteriormente exportan esta carne de baja calidad procedente de estos animales maltratados”. Desde ese momento, las reacciones de organizaciones agrarias, CCAA, sectoriales ganaderas y otros colectivos, no han dejado de aparecer:
El presidente de Aragón Javier Lambán ha destacado que cada vez que el Ministro Garzón habla, causa perjuicios a un sector de la economía. Le recriminó sus “visiones ecologistas de salón”. El Gobierno de Aragón ha anunciado una campaña de promoción de la carne aragonesa en The Guardian.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha pedido a Garzón que rectifique sus palabras porque es de sabios. También ha traído a colación el popular refrán de que «cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo».
El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, le ha pedido a Garzón que rectifique o que dimita.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha insistido en que si hay un sector en España «que se ha partido la cara para lograr la mejor calidad y sanidad animal, es, precisamente, el de la ganadería».
Las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA de Palencia, provincia a la que ayer se desplazó Pedro Sánchez, le han pedido al presidente, el cese inmediato de su Ministro. No entienden que un ministro de España pueda hablar mal reiteradamente de las producciones de su propio país y, en este caso, para más inri, en medios de comunicación extranjeros.
Cooperativas Agro-alimentarias de España respalda el papel de la ganadería y espera que el Ministro de Consumo rectifique sus palabras, muy perjudiciales para el sector ganadero nacional, y que dimita en consecuencia de la actitud demostrada, claramente dañina para un importante sector productivo.
ASAJA pide la dimisión o el cese del Ministro Garzón, ya que el sector primario necesita apoyos y no demonización ni ataques continuos desde dentro del Gobierno. Recuerda que Garzón ironizó en sus declaraciones al diario británico que las críticas le vinieron de parte de los hombres, que “sentían que su masculinidad se vería afectada por no poder comer un trozo de carne o hacer un asado”.
COAG exige una rectificación pública del ministro Garzón o de no haberla, que el presidente Sánchez tome medidas. Además, le piden que antes de opinar de un sector concreto, recoja datos suficientes y contrastados para que el mensaje que trasmita no deje en evidencia su falta de conocimiento y sensibilidad hacia un colectivo tan importante como el de las miles de familias que sustentan los diferentes sectores ganaderos españoles.
UPA pide al ministro de Consumo que “rectifique o dimita”. Además, le han solicitado que abandone su cruzada anti-ganadería, con declaraciones púbicas “basadas en falsedades, torpes, miopes y que pueden tener nefastos efectos en las exportaciones españolas de productos cárnicos”.
Unión de Uniones pide a Sánchez el cese de Garzón por sus ataques continuados al sector. Consideran que es un mal Ministro para el sector agrario y para la marca España y que además, empieza a parecer que no es bueno tampoco para el Gobierno.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Agrónomos y la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos rechazan las declaraciones de Garzón por considerarlas interesadas y sin fundamento, que lastran la imagen, no sólo de uno de los subsectores más regulados y controlados del país, sino de todos los profesionales que han contribuido a posicionarnos como como una potencia ganadera mundial.
El Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza considera que por desgracia, ya se está convirtiendo en algo endémico en nuestro país que cualquier persona puede hablar y opinar de temas que desconoce y pueda emitir bulos sin ninguna responsabilidad y sin valorar el daño que esto puede hacer a un sector tan importante como es el ganadero y cárnico en nuestro país. Pero esta situación es mucho más grave cuando el responsable es nada menos que el Ministro de Consumo de España.
Como ganadero, me siento indignado por consentir tener una persona así que nos represente por desgracia.
Necesitamos apoyo para mejor, no declaraciones que nos lleven aún mas a la ruina.
EN MI OPINIO DEBERÍA DIMITIR, NO SOLO POR NO SABER LO QUE HABLA SI NO POR EL DAÑO QUE HACE AL SECTOR GANADERO EN GENERAL.
La inutilidad de este personaje es de magnitud sideral, le da una entrevista a un medio de comunicación de un país que es directamente competente con el nuestro de cara a la exportación de determinados productos. Sólo se quedarán con que la carne que se produce en España es de mala calidad y lo utilizarán. No al Social-Comunismo.
Hablemos de “macrogranjas” y pongamos como ejemplo la famosa “macrogranja” de Noviercas (promovida e impulsada por la navarra “Valle de Odieta”, y con el beneplácito y apoyo incondicional de los dirigentes políticos y de la Administración) que “puede poner en peligro y hacer desaparecer muchas granjas familiares tanto en Castilla-León como en las CCAA próximas”.
(macrogranja contra la que se posicionaron todas las “organizaciones profesionales agrarias”, y que ahora –solo para criticar a un Ministro- parece que estarían apoyando).
Apunto unos datos (más que nada por culturilla, aunque no los he actualizado):
En Navarra, según el censo de explotaciones ganaderas, en 2018 había 25.690 vacas lecheras (incluidas las casi 1.500 de Cortes, las 5.500 de Caparroso, las 1.000 de Artajona, y algunas otras mini-macrogranjas de entre 500 y 1.000 vacas)
El tamaño medio de las granjas de Navarra -quitando las 3-5 grandes- es de unas 100 vacas.
A pesar de la disminución del nº de granjas en estos 10 últimos años, no ha disminuido el censo ganadero de vacuno de leche, por lo que esta disminución del nº de granjas es consecuencia de la concentración de las mismas o de la instalación de “grandes granjas” que las sustituyen.
1.250 vacas no es una «ganadería familiar» sino una «ganadería industrial» a base de asalariados (Lacturale no llega a ese nº de vacas y Señorío de Sarria aún tiene menos, y ambas envasan y venden su propia leche)
Para hacernos una idea del tamaño y del “carácter familiar”; De acuerdo con la OF 225/2018 por las que se establecen las unidades de trabajo agrario (el trabajo realizado por una persona dedicada a tiempo completo durante un año a la actividad agraria) 27 vacas lecheras equivalen a una UTA. Es decir una persona a tiempo completo puede atender a 27 vacas lecheras.
Las granjas de 100 vacas dan trabajo para 3-4 personas, y las “grandes granjas” de 1.250 vacas (límite máximo según el DF 31/2019) necesitarían unas 46 personas (por lo que de “familiar” nada, sino totalmente “industrial).
¡Con 20 de estas «granjas máximas» se cubre todo el ganado vacuno lechero y producción láctea actualmente existente en Navarra!
Con cada una de estas “granjas máximas” cuya instalación se favorezca se eliminan 12 o 13 granjas familiares, particularmente en la zona de montaña.
Con esta política pasaremos de las anteriores 260 a las actuales 160 y en poco tiempo a 60 o a 20.
Y por poner otro ejemplo el tamaño máximo de granjas de ovino de leche es de 6.000 reproductoras y de ovino de carne es de 8.000 reproductoras (que necesitarían entre 16 y 26 UTAs), por lo que considerando que en 2018 en Navarra había 440.000 ovejas reproductoras –suma leche y carne- resulta que con 60-70 de estas “granjas máximas” se cubre todo el ganado ovino de Navarra (en sustitución de las 2.175 explotaciones existentes en la actualidad)
Por no hablar de los sectores porcino y aviar, en donde ya prácticamente no quedan “productores libres” sino “falsos autónomos” de empresas integradoras.
¿Es éste el modelo de ganadería que impulsan las «asociaciones profesionales agrarias»?
¿Estamos con la ganadería «industrial» e intensificada, concentrada y altamente contaminante?
o
¿estamos a favor de la ganadería «familiar» y extensiva, que utiliza los recursos naturales existentes, y da trabajo a muchas familias distribuidas por todo el territorio?
Completamente de acuerdo con lo expuesto. Además no tiene sentido ya que, si hablamos de procesos de producción y engorde intensivos (que entiendo son a los que se refiere el Ministro Garzón), todos son muy similares (sobre todo si hablamos de engorde) y con razas comunes a todas las explotaciones, independientemente de que sea una gran o pequeña explotación (muchas de ellas también integradas).
Por ello si el Sr. Garzón ha querido azotar a las grandes empresas o explotaciones, desde su perfil Eco-progresista, demuestra tener un conocimiento muy limitado del sector, ya que como tanto la UE como el gobierno son garantes de la calidad y sanidad de la producción, en todos los estratos productivos y para cualquier tipo de explotación.
Nadie creo que puede dudar que una producción local, menos intensiva y más respetuosa con los recursos naturales y con un mejor cuidado y atención a la cría es preferible, pero también hay que tener en cuenta que las necesidades de alimentación y demanda es muy grande y, si queremos ser autosuficientes y no depender del exterior, por suerte o por desgracia se debe recurrir a un tipo de cría intensiva (eso de calidad y sanidad garantizada y bajo estricto cumplimiento de la normativa de bienestar animal).
En la actividad ganadera está pasando 3/4 de lo mismo que en la actividad agrícola, se están haciendo mayores las explotaciones por falta de viabilidad económica en las pequeñas, salvo cuatro productores locales con certificados de calidad. Esta es la tónica en todos los países desarrolllados; así pues nos tendremos que seguir acostumbrando, como ya lo hacemos ahora, a unos estándares de calidad en los productos ganaderos de consumo masivo muy simiares en todas las cadenas de comercialización, salvo, como hemos dicho, las pequeñas producciones de productos diferenciados.
El ministro debería de saber estas cosas y no tirar piedras sobre su tejado.
Al margen de que el comentario del señor Garzón sea desafortunado por lo que representa como Ministro y por dónde lo ha publicado, lo cierto es que la carne procedente de ganadería industrial es de peor calidad que la extensiva. Es una lástima que la gente de a pie tenga un paladar tan mediocre. Yo hace tiempo que no como pollo broiler. Como me decía un ganadero de pollos, un broiler es una máquina de hacer carne. ¿es eso lo que queremos comer? Allá cada uno. Yo soy veterinaria desde hace muchos muchos años y sé lo que veo y lo que como. Ya lo decía una vieja canción: » es fácil vivir con los ojos cerrados». Yo prefiero tenerlos abiertos, gracias, y creo que ya es hora de dejar de echar leña a la hoguera, que el temita resulta ya hasta tedioso