En las últimas semanas apenas ha llovido en Castilla y León, por lo que el cultivo de cereal lo está empezando a notar. De momento, las plantas están aguantando porque el tiempo ha estado fresco. Además, a la falta de agua hay que añadir que el cultivo está muy retrasado. En alguna zonas, el retraso podría ser de más de un mes con respecto a un año normal y en otras zonas más adelantadas, solo de alguna semana.  Como media se podría hablar de un retraso de unos 20 días según la valoración de José María Santos, Técnico de Agricultura de URCACYL.

En esta época del año, el cereal tendría que estar ya espigado pero debido a su retraso vegetativo aún hay muchas parcelas donde está lejos de haberse completado. En algunas zonas de Salamanca y Zamora, en las que ha llovido algo en las últimas semanas, el cereal está más avanzado y ya casi completamente espigado.

Otra cuestión a tener en cuenta, según señala Santos, es que las plantas han ahijado mal. Las lluvias llegaron tarde, cuando el momento del ahijado ya había pasado y debido a la falta de agua el cereal se quedó en la primera planta.

Si las temperaturas subiesen de forma suave en las dos o tres próximas semanas, sin golpes de calor y le acompaña algo de lluvia, el cereal presentaría una buena cara para su recolección.

Santos destaca que ahora es muy pronto para hacer una estimación de cosecha, ya que lo que ocurra en las próximas dos semanas puede afectar mucho a los rendimientos finales de la cosecha. URCACYL tiene previsto realizar una primera estimación a finales de mayo.