La evolución del precio de los futuros de los cereales de la pasada semana resultó muy interesante, por el contraste entre trigo y maíz. Mientras que el trigo registró una evolución semanal en negativo, el maíz lo hizo en positivo, tanto en el Mercado de Futuros de París (Matif) como de Chicago (CBOT). La evolución del trigo estuvo condicionada por la situación del cultivo, el dólar y los malos datos de exportación comunitaria, que fueron menos de la mitad que la semana precedente; mientras que la del maíz parece depender de que van perdiendo credibilidad las elevadas cifras de intención de siembra en EEUU, que el USDA publicó hace unos días, de acuerdo con la valoración de Toño Catón, Director de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias.

También la semana recoge la primera estimación del Consejo Internacional de Cereales para la campaña 2016/17, que ha previsto una producción mundial de trigo de 713 Mt, es decir, 21 Mt menos, pero dado que el consumo sería menor, las existencias finales solo se reducirían en 3 Mt. La oferta de maíz también seguiría siendo elevada, ya que el CIC ha estimado una producción de 993 Mt, elevando en 21 Mt la cifra de la campaña anterior. Dado que el consumo también sería más alto, las existencias finales solo aumentarían en 2 Mt.

Otra incertidumbre de la semana, destaca Catón, viene de la mano del dato ruso sobre el nivel record que alcanzará la oferta de harina de oleaginosas, lo que impulsará las exportaciones de aceites vegetales. Este aumento es consecuencia del crecimiento en las siembras de girasol y soja y de la mayor capacidad de molturación en Rusia. Según la industria rusa, el potencial de molturación en la campaña 2015-2016 es de 20,6 Mt.

Rusia producirá alrededor de 13,25 Mt de girasol, soja y colza, de las que 9,2 Mt serían de girasol; 2,8 Mt de soja y 1,25 Mt de colza.