La Asociación Británica de Veterinarios (BVA) y la Asociación Veterinaria de Salud Pública (VPHA) han pedido que se instalen circuitos cerrados de televisión (CCTV) de manera obligatoria en todos los mataderos para vigilar el bienestar animal durante el sacrificio. Además, y lo más importante, piden que se garantice a los veterinarios, acceso sin restricción a estas cámaras y los contenidos grabados. Esta petición se ha formulado después de que una organización de defensa de los animales haya destapado los abusos que se estaban cometiendo en un matadero halal.

Según los datos de la Autoridad británica de Seguridad Alimentaria (FSA), el 90% de los mataderos del Reino Unido tiene CCTV, destinado a controlar y mejorar el bienestar animal durante el sacrificio, no obstante, más de 30 mataderos se han negado a compartir material audiovisual archivado con los veterinarios oficiales (VO) que trabajan en los mismos, bajo la autoridad de la FSA.

Según BVA y VPHA, no sirve para nada que los mataderos tengan CCTV si a los veterinarios se les niega el acceso a las imágenes y si las imágenes no se controlan de forma independiente.