La actitud del consumidor europeo hacia los organismos modificados genéticamente (OMG) mejora cuando éste conoce sus aplicaciones, como puede ser la reducción del uso de pesticidas, la mejor adaptación a condiciones meteorológicas extremas o como herramienta de ayuda contra la falta de alimentos en los países pobres. En una revisión realizada por el proyecto GMO Compass de periodismo científico sobre distintas encuestas realizadas a los consumidores comunitarios en torno a los OMG se ha visto que la mitad de los consumidores aceptan la tecnología genética, especialmente cuando hay beneficios para el consumidor y el medio ambiente. El 80% de los encuestados en 2007 no evita de manera activa los productos OMG cuando realiza sus compras.

En 2005, el 51% de los consumidores encuestados declararon que compraría alimentos MG si contuvieran menos pesticidas y un 49% si fueran respetuosos con el medio ambiente. En una encuesta realizada en el Reino Unido, un 52% de los encuestados británicos consideraban que la biotecnología es un instrumento contra la creciente falta de comida en el mundo y un 47% la consideraba una solución contra las condiciones climáticas extremas, como la sequía, así como un medio para reducir el ataque de plagas en los cultivos.

La aceptación por parte del consumidor va creciendo desde 1999, no obstante se ha constatado que éste todavía demanda más información pues solo una parte de los consumidores tiene una opinión definitiva sobre este tema.