Según un reciente estudio realizado sobre el efecto de las bebidas refrescantes sobre la dentadura, las bebidas embotelladas de limón y las bebidas energéticas y deportivas causan un daño al esmalte dental muy superior al de otros refrescos.

En el estudio publicado en la revista de la asociación de dentistas norteamericana, General Dentistry, se han analizado los efectos de varias conocidas marcas de bebidas refrescantes sumergiendo trozos de dientes sanos esterilizados en estas bebidas y observando los efectos sobre el esmalte dental al cabo de un periodo de tiempo.

Aunque todos los refrescos muestran capacidad de hacer daño a los dientes, los refrescos de cola son mucho menos agresivos que los de frutas o las bebidas energéticas. Uno de los principales factores del deterioro del esmalte son los aditivos de tipo ácido, como el ácido tartárico, fosfórico o málico, que son capaces de disolver el calcio de los dientes.

Según el autor, estos efectos se pueden minimizar no estando continuamente bebiendo refrescos en pequeños sorbos, ya que más que la cantidad ingerida lo que afecta a los dientes es el tiempo que la bebida está en la boca.