8 de febrero de 2006. En su intervención en el Pleno del Congreso para explicar los criterios y las repercusiones resultantes de la aplicación del artículo 69 del Reglamento comunitario del sector bovino, la Ministra Elena Espinosa, ha resaltado el equilibrio de las medidas adoptadas, con cuya aplicación se ha buscado aunar los intereses de todas las regiones afectadas, posibilitando una ayuda específica para aquellas actividades que más lo precisaban, y beneficiando con ello a la mayor parte de los ganaderos que han optado por mantener su actividad productiva.

Elena Espinosa ha detallado las medidas aplicadas tanto para el vacuno de carne, destacando el apoyo brindado a las explotaciones de vacas nodrizas en régimen extensivo, buscando el mantenimiento de la actividad ligado a un aprovechamiento racional de la tierra, y el equilibrio con el medio, con objeto de potenciar la sostenibilidad de los agrosistemas especialmente sensibles, y fomentando la conservación del patrimonio genético de la cabaña ganadera.

Estas explotaciones, ha indicado la ministra, se sitúan generalmente en zonas de montaña y desfavorecidas, con riesgo de despoblamiento, por lo que se posibilita la fijación de la población rural en zonas donde las alternativas económicas son escasas o inexistentes.

Elena Espinosa ha destacado igualmente las medidas desarrolladas para impulsar la mejora de la calidad y la comercialización de la carne de vacuno, a través de un pago adicional a los productores acogidos a un sistema de carne reconocido, proporcionando así garantías adicionales a los consumidores.

Por otra parte, la ministra ha explicado también el objetivo de las medidas adoptadas para el sector lácteo, cuya aplicación se ha orientado a incrementar la calidad de la leche cruda, así como a fomentar la aplicación voluntaria, por parte del ganadero, de prácticas correctas de higiene.