Según un estudio realizado en Italia publicado por la revista de la Academia Americana de Neurología, el consumo moderado de bebidas alcoholicas (una bebida diaria) por parte de personas con deterioro cognoscitivo leve retrasa la progresión a un estadio demencia.

El deterioro cognoscitivo leve (Mild cognitive impairment) es un estado de transición entre la normalidad y la demencia senil, que se caracteriza por cierta pérdida de memoria y problemas del conocimiento que no llegan a ser causa de discapacidad.

En el estudio se ha estudiado la evolución de 1.455 personas mayores, entre 65 y 84 años. Las personas que desarrollaron demencia que mantenían un consumo moderado de alcohol, vino en la mayor parte de los casos, lo hicieron a una tasa un 85% inferior a los que no bebían alcohol.