Cuando en los corrales, a los cerdos se les proporciona material manipulable para que puedan hozar y jugar, frecuentemente, éste se mancha con las deyecciones, por lo que luego es rechazado por los animales. Para resolver este problema, la sectorial de porcino del Reino Unido ha proporcionado una serie de consejos.

Recomiendan que estos juguetes sean suspendidos con cuerdas y queden a una altura cómoda para el cerdo. De esta forma, se evita que el juguete se manche con excrementos, al estar alejado del suelo, y por otro, el cerdo tiene el juguete a una altura más cómoda, para poder manipularlo.

Los cerdos juegan con cadenas si no tienen otra opción, pero suelen preferir materiales más flexibles y manejables. Es muy aconsejable usar tiras de tela hechas de sábanas viejas, de 8 cm de ancho por 60 cm de largo. Estas se pueden atar a las vallas de los corrales y cambiarse por otras cuando se ensucien.

La utilización de material manipulable en los corrales de cerdos no es un capricho. Calma a los animales, les hace estar más tranquilos, con menos probabilidad de que gruñan y se hagan antisociales y hay menos problemas de mordeduras de orejas y rabos entre ellos.