Las cerdas primerizas tienen un peso corporal bajo durante su primera lactación, por lo que es más probable que tengan un período más prolongado hasta su siguiente estro y que tengan una siguiente camada más pequeña. El motivo es que no tiene reservas corporales suficientes para mantener su potencial genético. Para mantener un elevado nivel de consumo de alimentos que asegure el adecuado crecimiento de la hembra y la necesaria producción leche, puede resultar muy recomendable la utilización de la alimentación líquida en lugar de la seca. Así lo aconseja el Dr Pindar Gill, experto en porcino de la interprofesión británica de las carnes.

Según estudios recientes (Demeckova et al in 2003), se ha visto que la ingesta de alimento de las hembras alimentadas con dietas líquidas era casi 1 kg por día más elevada que las alimentadas con dietas secas. durante las dos primeras semanas de lactación. En la tercera semana, las alimentadas con dietas líquidas consumían 1,5 kg al día más que las de dietas secas.

En opinión del Dr. Gill, con el desarrollo genético actual, focalizado en el aumento del tamaño de la camada, es muy importante minimizar la pérdida de peso durante la lactación, estimulando la ingesta de alimentos. La alimentación líquida puede ser el medio de optimización de la producción de leche.

También opina que el aumento de la ingesta de alimento en la última fase del embarazo puede influenciar en el peso de los lechones nacidos y en la viabilidad post-natal.