Tras los ataques vandálicos a camiones que transportaban lechugas y vino españoles, la Confederación de Cooperativas Agrarias de España, CCAE, manifiesta su total repulsa a estos actos ocasionados por un grupo de agricultores e insta a la Administración francesa a tomar medidas que impidan estos hechos. En concreto, tres de las cisternas de vino blanco procedían de la cooperativa de segundo grado, BACO de Alcazar de San Juan.

A estas alturas de la construcción comunitaria, protestas como la protagonizada en el sur de Francia resultan tan extemporáneas como disparatadas y no ayudan en nada a las buenas relaciones que deben mantener, y mantienen, tanto los gobiernos como las organizaciones representativas del sector agrario en estos dos países.

Para CCAE no es así como se defienden los intereses comerciales hispano franceses que son comunes, en particular, lo relativo al fortalecimiento de las Organizaciones Comunes de Mercado de las producciones mediterráneas, las recientemente reformadas del Vino y de las Frutas y Hortalizas. A juicio de las cooperativas españolas los agricultores europeos sí deberían evitar el progresivo levantamiento de las protecciones en la frontera comunitaria que permiten la entrada sin control de producto procedente de terceros países.

Por todo ello, CCAE considera que la reacción del gobierno francés debe ser ejemplar, contundente e inmediata, como muestra de su interés y empreño por que funcionen las leyes de libre comercio dentro del territorio comunitario y que prevalezca la colaboración entre estos dos países. Por su parte, la cooperativa BACO emprenderá las gestiones oportunas para resarcirse de los daños causados.