Madrid, 12 de noviembre de 2008. La Comisión Europea, desoyendo a los países productores, ha impuesto su criterio y ha aprobado hoy el reglamento de desmantelamiento de las normas de comercialización de los productos hortofrutícolas, con el voto en contra de 16 EM. Este texto, que sobrepasaba los compromisos políticos adoptados por el Consejo en 2007 sobre la reforma de la OCM de este sector, reduce drásticamente la lista de los productos con norma específica y propone una definición general de calidad absolutamente insuficiente.
CCAE junto con el conjunto de gobiernos de los países productores, los productores y sus cooperativas europeas (COPA COGECA), los representantes del comercio (FRESHFEL), de las regiones (ARELFH), se han opuesto a este reglamento que perjudicará tanto a los productores como a los consumidores, ya que facilitará la proliferación de normas privadas que no sirven para garantizar los estándares de calidad, sino para condicionar unilateralmente la aceptación de la mercancía por la distribución.
De esta forma a partir de enero de 2009, la mayoría de la comercialización de frutas y hortalizas dejará de contar con reglas comunes sobre la calidad de los productos que se ponen en el mercado. Para CCAE la Comisión ha antepuesto sus intereses burocráticos y administrativos, así como las preferencias de la distribución. Esta institución ha dado así una nueva prueba de parcialidad y ha ignorado los efectos ruinosos que ya actualmente se están registrando en los mercados agrarios por el desmantelamiento de la intervención pública. A ello hay que añadir, que la decisión de la Comisión se ha tomado sin esperar las conclusiones del debate abierto actualmente por el Libro Verde de la Calidad de los productos agrarios, lo cual devalúa esta consulta pública y demuestra la indiferencia de esta institución y su alejamiento de la ciudadanía.
La Comisión alega además que la desaparición de las normas supondrá un ahorro en los costes derivados de su control y “evitará que se arrojen productos sólo porque no tienen una forma adecuada”. Para CCAE estos costes están perfectamente justificados por la garantía que aporta y deberían incluso intensificarse para garantizar que todas la exigencias que se le imponen al sector beneficien a los consumidores quienes deben encontrar en los lineales de la gran distribución productos de calidad. Los productos que no llegaban antes al mercado, por falta de calidad, se seguirán tirando: pero a partir de ahora, ello podrá ocurrir dentro de los hogares y una vez pagados. Perjudicando al consumidor y al consumo.
CCAE recuerda que el marco normativo actual, amplio, conciso y definido por productos es utilizado por todos los operadores del sector, para estandarizar las características de los productos, sin que se haya registrado ningún obstáculo ni problema de aplicación. Durante años, ha garantizado, de una parte, la eliminación del mercado de producto de calidad no satisfactoria y la orientación de la producción hacia las exigencias del consumidor; de otra, ha proporcionado información correcta en cada eslabón de la cadena alimentaria y, finalmente, ha contribuido a mejorar la rentabilidad de la producción.
Hasta el momento las normas han ayudado al equilibrio de los intercambios comerciales sobre la base de una competencia transparente y leal gracias a la utilización de parámetros homogéneos y objetivos (calibres, peso, número de frutos, homogeneidad, etc.), permitiendo caracterizar el producto a comercializar y asignar un precio a cada calidad, de manera clara y unívoca, desde la cooperativa hasta el consumidor.
Las cooperativas concentran el 50% de la producción hortofrutícola con un facturación de 3.000 millones de euros.
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