Las prácticas que habitualmente se realizan en la manipulación de lechones en una explotación porcina, como castración, limado de diente, cortes de rabo etc, pueden generar más o menos estrés en los animales de acuerdo a con el método con que se realicen. Investigadores de la Universidad de Purdue (EEUU) han evaluado el estrés generado en los cerdos por dos métodos alternativos de realizar un mismo procedimiento.
Según los investigadores el limado de los dientes lleva más tiempo que su recorte y provoca una mayor concentración total de cortisol, peores tasas de crecimiento y más vocalizaciones en relación con el grupo de control.
El corte de rabo en caliente lleva más tiempo que el corte en frío y los lechones a los que se les ha practicado crecen más lentos que a los que se practica corte en frío.
En cuanto a la identificación, el martillo o tenaza para muesca lleva más tiempo que el crotalado y provoca más heridas. Las concentraciones de cortisol a las cuatro horas tienden a ser mayores en los lechones identificados a martillo.
En relación con la administración de hierro, la oral lleva más tiempo que la inyectable, si bien no hay diferencias en los otros parámetros.
De acuerdo con los investigadores, los métodos que se utilicen para el corte de dientes, corte de rabo e identificación puede alterar el comportamiento y productividad del animal.
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