La mejora de los cultivos de “calçots”, (una variedad tradicional de cebolla), ha sido el objetivo de esta experiencia que ha realizado el IRTA y que ha sido encargada por el Consejo Comarcal del Alt Camp (Tarragona). Así, se ha podido constatar que con los “calçots” plantados a finales de agosto se incrementa la producción en más de un 10% y se mejora su calidad (longitud), mientras que los plantados en septiembre provocan un descenso de más del 50% en la producción comercial. En éste último caso, la aplicación de una pequeña dosis de abono en cobertora ha permitido incrementar considerablemente la producción.
A pesar de estos resultados, y para evitar problemas fitosanitarios, los expertos no recomiendan avanzar más la fecha de plantación, y menos en zonas cálidas (costeras).
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