El centeno puede ser una alternativa interesante para los agricultores ecológicos, ya que los rastrojos de este cereal, aplastados en el suelo pueden evitar que las semillas de malas hierbas en el suelo germinen por falta de sol. Además, las raíces de centeno también capturan nutrientes y evitan la erosión del suelo.
Los científicos del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS) están analizando si los compuestos orgánicos emitidos por el centeno en el suelo juegan un papel en la supresión de las malas hierbas y si estos compuestos pueden ser explotados para mejorar la capacidad del centeno de matar malas hierbas.
Los investigadores cultivaron centeno en el invierno y luego en primavera labraron los rastrojos de manera poco profunda o los dejaron sin labrar en la superficie del suelo. Luego, cada semana, tomaron muestras del suelo para analizarlas y ver como crecían la lechuga y el cenizo en dichos sustratos. También midieron los niveles de los compuestos orgánicos llamados benzoxazinoides, que son producidos por el centeno y que se cree que tiene un papel en la supresión de las malas hierbas.
Descubrieron que las malas hierbas crecen mejor mientras las concentraciones de los compuestos disminuyen, lo que sucede a las pocas semanas de cosechar el centeno. Estos compuestos alcanzaron sus niveles óptimos aproximadamente una semana después de que el centeno se cosechara y se redujeron en las 2-3 semanas siguientes. Los resultados preliminares sugieren que los benzoxazinoides sí afectan la química del suelo y podrían aumentar la capacidad del centeno de suprimir las malas hierbas.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.