El Parlamento Europeo se ha pronunciado sobre un reglamento que actualiza la legislación existente sobre la comercialización y el uso de «biocidas», productos que se utilizan para combatir las plagas (en el suministro del agua, los jardines, etc.) salvo en el sector agrícola. Los diputados buscan prohibir el uso de sustancias tóxicas que puedan afectar a la salud o al medio ambiente. Además, proponen agilizar la autorización de los nuevos productos para facilitar su entrada en el mercado.
La Eurocámara se ha posicionado sobre la nueva legislación con 550 votos a favor, 22 en contra y 80 abstenciones.
En el debate previo al voto, la ponente, Christa Klass (PPE, Alemania), subrayó que «necesitamos los biocidas para mantener estándares altos de higiene y prevenir enfermedades. Confío en que con esta legislación podremos garantizar los beneficios de estos productos y, al mismo tiempo, asegurar un nivel elevado de protección».
Esta legislación actualiza la normativa existente que regula el uso y la comercialización de los biocidas, como los repelentes de insectos o los químicos que se utilizan en el tratamiento de las aguas (los productos agrícolas quedan excluidos, pues ya están cubiertos por otra legislación europea). Por primera vez, también se regularán los productos tratados con biocidas.
La norma también busca agilizar el procedimiento de aprobación de los nuevos productos, aunque el Parlamento considera que este nuevo sistema debería introducirse de forma gradual.
El Parlamento Europeo ha aprobado una serie de enmiendas a la propuesta de la Comisión, que ahora el Consejo de Ministros deberá analizar.
Prohibición de los productos tóxicos
La Eurocámara propone prohibir gran parte de las sustancias químicas tóxicas, especialmente las cancerígenas, las que tienen efectos adversos sobre la fertilidad o afectan a los genes y las hormonas. Además, flexibiliza los requisitos para sustituir otras sustancias peligrosas por alternativas menos perjudiciales para la salud.
Excepciones
Hay sustancias tóxicas que en ocasiones son necesarias para proteger la salud humana o animal, así como el medio ambiente. Los venenos para el control de roedores, en ausencia de una alternativa eficaz, son un ejemplo. Los diputados han considerado la posibilidad de restringir el uso de un veneno para ratas conocido como «difenacoum», pero esta propuesta fue rechazada por una estrecha mayoría.
Autorización de la UE
Los diputados exigen un procedimiento de aprobación de nuevos productos centralizado para toda la UE. Este nuevo sistema deberá entrar en funcionamiento de forma gradual. La Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos será la encargada de estudiar las solicitudes para productos nuevos y «de bajo riesgo» a partir de 2013 y para el resto de los biocidas desde 2017.
Sin embargo, los Estados miembros podrán seguir decidiendo sobre el uso de los productos más peligrosos para la salud y mantendrán el derecho de imponer controles adicionales sobre el uso de las sustancias aprobadas a nivel europeo.
Menos experimentos con animales
El PE también propone que, al igual que en la normativa «REACH» sobre sustancias químicas, las empresas estén obligadas a compartir información de los experimentos con animales (a cambio de una compensación equitativa) para prevenir la duplicación de ensayos.
Atención especial a los nanomateriales
Los diputados reclaman investigaciones específicas sobre el riesgo de los biocidas con nanomateriales para disipar las dudas acerca de sus efectos a largo plazo sobre la salud.
Procedimiento: codecisión, primera lectura
Ponente: Christa Klass (PPE, DE)
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