El Ministro de Agricultura búlgaro ha anunciado que se está estudiando volver a construir el muro fortificado en la frontera turca para evitar la entrada ilegal de animales. Este muro existía durante el período de guerra fría.

A finales de diciembre se confirmó un foco de fiebre aftos en jabalíes silvestre y a principios de enero, dos en animales domésticos, tras 12 años sin la detección de la enfermedad. Los 3 focos se han registrado en la región de Burgas, muy cerca de la frontera con Turquía. Aunque el origen de los focos no se ha confirmado se sospecha que podría deberse a la entrada ilegal de animales enfermos desde Turquía.

Esta semana se han detectado 21 búfalos que han entrado ilegalmente desde Turquía, en el pueblo de Rezovo, donde se ha producido uno de los focos (el otro se ha confirmado en el pueblo de Kosti).

La construcción del muro podría impedir la entrada ilegal de animales que podrían estar potencialmente enfermos. Las autoridades turcas se han mostrado su desacuerdo con la construcción del muro y su malestar por la sospecha del origen de la enfermedad, afirmando que en Turquía no se ha detectado ningún caso, cuando por el contrario, es el país vecino es donde está circulando el virus.