Nosema ceranae y Nosema apis precisan de la energía del organismo hospedador para poder reproducirse. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores españoles ha mostrado que ambos parásitos no necesitan el mismo contenido energético, lo que puede influir en su virulencia. N. ceranae, que es relativamente un parasito reciente, precisa más energía, por lo puede provocar mayor estrés energético en la abeja y más mortalidad que N.apis.
En la investigación, se observó que tanto la mortalidad, como el consumo de sirope de azúcar por parte de las abejas eran mayores, en las que estaban infectadas con N.ceranae que en las infectadas con N.apis o en las de control. Asimismo, la mortalidad y el consumo de sirope de azúcar era mayor en las infectadas con N. apis que en las de control.
También se observó que la mortalidad y el consumo de sirope de azúcar era mayor a medida que aumentaba el conteo de esporas administrado para la infección.
Los diferentes requerimientos energéticos entre los dos tipos de Nosema confirman que tienen patrones metabólicos distintos, que pueden afectar a las interacciones con el hospedador y a su patología. El mayor requerimiento energético precisado por N. ceranae puede explicar los cambios en el comportamiento de la abeja como inanición, falta de capacidad termoreguladora y altos niveles de trofalaxis (mecanismo mediante el cual, las abejas se alimentan una a otra), favoreciendo la transmisión del parasito y la muerte de la abeja.
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