Tanto la producción agraria como el apoyo recibido en la UE-27, Canadá y EEUU, está concentrado en las explotaciones más grandes, que son las que tienen los mayores niveles de ingreso. En las explotaciones agrarias más pequeñas, que son más dependientes del apoyo, éste supone un mayor porcentaje de sus ingresos brutos. Dado que los pagos están más equitativamente distribuidos que la producción, el apoyo de los gobiernos reduce las desigualdades de ingresos por sector y tamaño de explotación, de acuerdo con un estudio realizado por la Red de la OCDE para Análisis a nivel agrario.

El 25% de las explotaciones produce entre el 45-85% de las producción bruta, lo que representa de entre un 50- 75% de los ingreso agrarios y que recibe entre el 35- 75% del apoyo.

La distribución del apoyo varía mucho según el tipo de explotación y país, aunque básicamente el sector lácteo, el vacuno de carne y los cultivos herbáceos son los principales receptores. También varía mucho la distribución de lo que son pagos directos y de lo que es el apoyo al mercado por sostenimiento de los precios.

En Canadá y en EEUU, las explotaciones lecheras suponen solo en torno al 15% del total, sin embargo, reciben el 85% del apoyo al mercado y el 5% de los pagos directos. En la UE-27, también el sector lácteo es receptor de un gran apoyo, aunque proporcionalmente meno que en Canadá y EEUU: 24% del total del apoyo al mercado y el 20% del total de pagos directos.

Dentro de la UE, destaca Dinamarca, donde el 75% del apoyo al mercado y el 39% de los pagos se destinan al sector lácteo.

Por el contrario, las explotaciones de cultivos herbáceos son las grandes receptoras de pagos directos: en EEUU absorben el 75% de los pagos agrarios, en Canadá el 43% y en la UE-27 el 37%.

En el caso de España, el vacuno de leche solo recibe el 6% de los pagos mientras que los cultivos herbáceos absorben el 40% de las ayudas directas.

El estudio concluye que para que las políticas agrarias sean más eficaces y tengan más equidad, sería aconsejable definir mejor quien tiene que ser el beneficiario del apoyo y contar con una mejor información sobre los ingresos y situación económica en la que se encuentra la población agraria.