En las últimas campañas, las entregas mensuales de leche siempre habían venido registrando un incremento con respecto al año anterior, sin embargo, en septiembre pasado esta tendencia al alza se ha interrumpido. Las entregas en dicho mes se han reducido en un 0,2% con respecto a septiembre de 2011. Una variación mensual negativa no se producía desde hace años.

Las entregas en septiembre han llegado a 486.594 tn sin corrección de materia grasa, que si bien es una cifra inferior a la del año anterior se mantiene por encima de las entregas de septiembre de los años anteriores.

La crisis que atraviesa del sector lácteo, motivada por el efecto combinado de los altos precios de la alimentación animal y el bajo precio pagado al ganadero por su leche, ha generado que desde el inicio de la campaña actual 2012/13, las entregas se hayan ido ralentizado con respecto a la campaña anterior (las entregas en mayo fueron un 5% superiores al año anterior, las de junio solo un 4% más, las de julio un +3%, las de agosto un +1% y las de septiembre un -0,2%).

Las entregas acumuladas en los seis primeros meses de campaña, ajustadas por materia grasa, se elevan a 3.070.396 tn, cifra que es un 2,9% más elevada que en el mismo período de la campaña precedente, y la variación más baja registrada en lo que va de campaña, de acuerdo con los datos publicados por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).

El precio medio ponderado de las entregas de septiembre fue de 31,4 céntimos/kg que ha sido 1,2 céntimos/kg más alto que el registrado en agosto y julio. Hay que tener en cuenta que en septiembre, se inicia la reducción estacional de la producción de leche, por lo que la menor oferta generalmente conlleva un aumento de los precios. No obstante, esta subida no responde a las expectativas de los ganaderos para poder cubrir sus costes de producción.

En septiembre, los cinco primeros compradores adquirieron el 31% de la leche entregada y pagaron un precio medio de 34,9 céntimos/kg. Los diez primeros compradores, que adquirieron algo más de la mitad de la leche (53,3%), pagaron un precio medio de 31,4 céntimos/kg, según datos del FEGA.

Solo un 17% de la leche entregada en julio se pagó a un precio medio ponderado superior a 33,8 céntimos/kg, mientras que un 17,5% de la leche entregada percibió menos de 32,2 céntimos/kg. Además, un 65,5% de la leche entregada recibió un precio medio ponderado inferior a 32,2 céntimos/kg.