La normativa española establece que es obligatorio suscribir un contrato en el suministro de la leche cruda, si bien, esta obligación no se cumple al 100%. A 30 de noviembre pasado, había 15.751 contratos registrados, lo que supone un aumento en 231 contratos en comparación con junio 2014 pero por debajo de la cifra record alcanzada en marzo de 2014, de 20.585, según la información recogida en la base de datos de GECOLE. El número de contratos en noviembre pasado fue 1.665 contratos más baja que un año antes.

Del total de contratos suscritos, 15.443 corresponden a suministradores que son ganaderos (así lo han comunicado en el proceso de registro de contrato) y 308 a contratos firmados con otros suministradores, es decir, el 85% de los suministradores son ganaderos. Este porcentaje supone un importante descenso con respecto a noviembre de 2013, cuando el 94% de los contratos estaban suscritos por ganaderos.

Del total de contratos, 6.414 se refieren a contratos firmados por cooperativas como receptoras de la leche (un 41% del total de los contratos). La tendencia del número de contratos firmados por cooperativas mantiene una cierta estabilidad (42% con respecto a los datos a 30 de noviembre de 2013).

La leche bajo contrato ha supuesto en noviembre pasado, un volumen mensual de 636,980 tn (bastante mayor que el de un año antes. 570.380 tn en noviembre 2013). Un 33% de este volumen corresponde a ventas a cooperativas.

La duración media de los contratos suscritos es de 6 meses (bastante similar a un año antes: 6,2 meses en noviembre 2013). Los receptores cooperativas registran una duración media de 8,8 meses mientras que los no cooperativos de 4,2 meses.

Según la modalidad de precio, se observan diferencias entre contratos con cooperativas y no cooperativas. En contratos con cooperativas, el 81% son con precio fijo y el 19% con precio variable. En contratos con no cooperativas, el 90,6% eran a precio fijo y el 9% a precio variable.

El porcentaje de contratos con incidencias se eleva a 25,5%.