A partir del próximo 1 de julio, entrará en vigor la nueva tasa rusa a la exportación de trigo, que tendrá como finalidad regular los precios de exportación considerando las variaciones de la tasa de cambio del rublo.

La nueva tasa es una tasa flotante que se calcula sobre el precio de venta en rublos. Si el precio de venta fuera inferior a 11.000 rublos, se aplicará una tasa fija de 50 rublos/tn (en torno a 1 $/t al cambio actual). En cambio, si el precio es superior a 11.000 rublos /tn, la tasa que se aplica varía en función del precio y se calcula por la siguiente fórmula: dividir por dos el precio del trigo y restar 5.500 rublos. El resultado sería el importe de la tasa.

Por tanto, con el cambio actual, si el precio FOB es inferior a 201,3 $/tn, se aplicaría una tasa de 0,91$/tn. Por el contario si fuera superior, se aplicaría la fórmula, y la tasa se puede disparar. Teniendo en cuenta los precios actuales, ahora se aplicaría la tasa de los 50 rublos.

Uno de los principales problemas para los exportadores es que el cálculo del precio en rublo se hace con la tasa de cambio en vigor en el momento de la carga del barco. Entre la venta y la carga puede haber una gran variación de la tasa de cambio y esto impide que los operadores puedan calcular con precisión sus márgenes, lo que aporta al mercado grandes dudas sobre las ventas forward (acuerdos con entrega a fecha a precio fijo), de acuerdo con la valoración de Toño Catón, Director de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias.

Si la tasa de cambio rublo/dólar fluctuase en alrededor de 56 y los precios mundiales, en dólares, siguieran cotizando entre 180 y 200 $/tn Fob, la tasa debería seguir siendo baja y la repercusión sobre las exportaciones seguiría siendo limitada.

En la presente campaña de comercialización 2014/15, Rusia introdujo una tasa de exportación al trigo (5% ad valorem + 7,5 €/tn, pero no menos de 35 €/tn) que debía mantenerse hasta el próximo 30 de junio pero que suspendió con mes y medio de antelación.