A partir del 1 de diciembre de 2025, los artesanos e industriales europeos podrán registrar los nombres de sus productos bajo un nuevo sistema de indicaciones geográficas de la Unión Europea. Por primera vez, la protección que hasta ahora se aplicaba solo a alimentos y bebidas se abre a productos artesanales e industriales, de modo que se completa el mercado único de las IG y se refuerza la defensa del patrimonio productivo europeo.

El nuevo marco cubrirá productos emblemáticos como el cristal de Bohemia, la porcelana de Limoges, los cuchillos de Solingen o el tweed Donegal, cuya reputación y calidad están directamente vinculadas a su origen geográfico. La protección de estas indicaciones geográficas para productos artesanales e industriales persigue preservar técnicas tradicionales, fomentar el empleo local y ayudar a los consumidores a identificar artículos genuinamente europeos de alta calidad. Al convertir este patrimonio en una oportunidad económica, se pretende fortalecer las economías regionales, reforzar la identidad cultural europea y combatir la falsificación, tanto en el mercado interior como en terceros países.

Cómo se registrarán las nuevas IG artesanales e industriales

Los productores podrán solicitar la protección a través de asociaciones reconocidas o de forma individual si son el único fabricante de un determinado producto. La solicitud deberá incluir un pliego de condiciones con el nombre, los procesos de producción y la zona geográfica de origen, y presentarse ante la autoridad nacional competente. Sobre esta base se evaluará si el producto cumple los requisitos para ser protegido como indicación geográfica para productos artesanales e industriales.

El procedimiento de registro se articula en dos fases. En la fase nacional, la autoridad competente del Estado miembro examina la solicitud y organiza un procedimiento de oposición a escala interna. Una vez superado este primer filtro, el expediente se remite a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), que gestiona la fase de la Unión: tramita las oposiciones a nivel europeo y, en última instancia, decide sobre la protección y el registro del nombre. Algunos países —Dinamarca, Finlandia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Suecia— han obtenido una excepción a la fase nacional, de modo que sus productores podrán dirigirse directamente a la EUIPO para todo el procedimiento.

La Comisión Europea mantiene la capacidad de intervenir en casos específicos en los que la protección o el registro de una indicación geográfica pueda afectar a la política pública o a las relaciones comerciales y exteriores de la Unión. Además, la EUIPO gestiona el CIGI Hub, un punto de acceso en el que se ofrecen guías prácticas, plantillas de pliegos de condiciones, contactos nacionales e información sobre apoyo financiero y técnico para productores interesados en registrar sus nombres.

En el plano jurídico, el nuevo sistema se basa en el Reglamento (UE) 2023/2411, que introduce por primera vez una protección armonizada de las indicaciones geográficas para productos artesanales e industriales a nivel de la Unión. El modelo se apoya en más de tres décadas de experiencia con las IG agrícolas, que hoy protegen más de 3.600 denominaciones y generan alrededor de 75.000 M€ en ventas anuales, cerca del 15 % de las exportaciones europeas de alimentos y bebidas. El Reglamento, adoptado el 18 de octubre de 2023, establece un título europeo unificado que permite a los productores defender sus nombres frente a usos indebidos y garantiza su protección internacional. Las figuras nacionales de IG para productos artesanales e industriales existentes dejarán de tener efecto un año después de la plena aplicación del nuevo marco, en diciembre de 2026, cuando el sistema europeo gestionado por la EUIPO bajo supervisión de la Comisión quede plenamente consolidado.