Azucarera iniciará el próximo lunes, 27 de octubre, una nueva campaña remolachera en el norte, en la que toda la producción —procedente de 9.500 hectáreas— se molturará por primera vez íntegramente en la fábrica de Toro. Con esta decisión, la compañía busca concentrar sus inversiones y mantenimiento en un único centro, ganando eficiencia y competitividad en un mercado cada vez más exigente.

Para garantizar un desarrollo ágil de la campaña, Azucarera pondrá a disposición de los agricultores 21 cosechadoras integrales y seis equipos de pinchos, destinados especialmente a las zonas más pedregosas de León y del entorno de Toro. Además, se incorporarán 13 cargadores limpiadores para completar el proceso.

Desde la compañía destacan que los agricultores que antes entregaban su remolacha en las fábricas de La Bañeza o Miranda no notarán cambios, ya que la logística del arranque, la carga y el transporte seguirán a cargo de Azucarera. La única diferencia será el destino final de la remolacha, que se molturará en Toro.

El plan de trabajo prevé una molturación de 8.000 toneladas líquidas diarias, lo que permitirá completar la campaña en unos tres meses y medio. Los arranques se realizarán de manera escalonada, adaptándose a la madurez del cultivo para optimizar el contenido en sacarosa.

Las condiciones meteorológicas de las últimas semanas han favorecido un cultivo más sano y vigoroso que en la campaña anterior. Según Azucarera, la remolacha ha mostrado menor incidencia de cercospora y una mayor masa verde, lo que permitirá obtener mejores rendimientos pese a las siembras tardías.

La fábrica de Toro contará con una plantilla de 158 empleados directos durante la campaña, a los que se sumarán numerosos trabajos indirectos, como los de los conductores de unos 200 camiones, palistas, cargadores y cosechadores que participarán en el desarrollo de la campaña remolachera.