La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía estima que en la campaña 2025-2026 se superarán los 2 M t de cítricos, lo que representará el 37,4% de la producción total prevista en España (5,44 M t). Esta cifra supone una disminución del 13,5% respecto a la campaña anterior, debido a las abundantes lluvias de marzo y a las altas temperaturas del verano, que afectaron tanto a la floración como al cuajado y provocaron una mayor caída de frutos en las principales zonas productoras.

Por provincias, las previsiones apuntan a cerca de 227.000 t en Almería; 59.650 t en Cádiz; 253.200 t en Córdoba; 6.000 t en Granada; 556.900 t en Huelva; 103.650 t en Málaga y casi 830.000 t en Sevilla.

Superficie y distribución por especies

El aforo recoge también datos relativos a la superficie cultivada, que ronda las 89.000 ha en Andalucía. El naranjo dulce concentra más de 59.600 ha, seguido del mandarino con unas 20.700 ha, el limón con cerca de 7.000 ha y otros cítricos, entre ellos pomelo, con más de 1.650 ha.

En cuanto a la producción por especies, se estima que las naranjas dulces alcanzarán más de 1,3 M t, lo que equivale al 67% de la producción andaluza y al 50% de la nacional. Las mandarinas aportarán más de 528.000 t (26% del total regional), mientras que los limones rozarán las 96.800 t (5%). A nivel nacional, esto supone el 30,5% en mandarinas y el 11,2% en limones. El pomelo alcanzará unas 41.560 t y otros cítricos minoritarios unas 8.000 t.

Metodología del aforo

La Junta ha explicado que el aforo se elabora a partir del análisis de más de 1.400 parcelas, con una superficie de 4.130 ha, además de las declaraciones de la PAC. En este trabajo participan técnicos de las Oficinas Comarcales Agrarias y de las Delegaciones Territoriales, junto con los servicios centrales de la Consejería.

El aforo se presentó en Sevilla en un acto con presencia de representantes del sector, entre ellos Asaja, COAG, UPA, Cooperativas Agro-alimentarias, Asociafruit, Palmanaranja y la Asociación de Citricultores de Huelva. La Consejería subraya que las previsiones iniciales pueden variar según la evolución del clima, especialmente en las variedades más tardías.