Las últimas previsiones del Consejo Internacional de Cereales (IGC) apuntan a que la producción mundial total de cereales (incluyendo trigo y secundarios) en 2025/26 alcanzará una cifra récord, con 2.376 millones de toneladas, gracias al aumento previsto en las cosechas de maíz y trigo. Aunque se incorpora una ligera corrección intermensual a la baja de 1 millón de toneladas debido a recortes en cebada y sorgo, la cifra sigue marcando un nuevo máximo histórico, con un aumento interanual de 60 millones de toneladas.

El consumo total de cereales se incrementaría un 2 %, superando la media de crecimiento, con nuevos récords en el uso para alimentos (+13 Mt), piensos (+16 Mt) e industria (+7 Mt). De confirmarse estas previsiones, las existencias finales se mantendrán estables en torno a los 582 millones de toneladas, aunque se prevé un incremento del 9 % en los principales países exportadores, que alcanzarían los 140 millones de toneladas. El comercio global también crecería un 2 %, impulsado especialmente por mayores envíos a Asia.

Previsiones para soja: nuevo récord de producción y comercio en máximos

La producción mundial de soja en 2025/26 se proyecta en 428 millones de toneladas, un 1 % más que en la campaña anterior, apoyada por expectativas de buenas cosechas en el hemisferio sur. La utilización global también aumentará, lo que podría reducir las existencias incluso en los principales países exportadores. Se prevé que las importaciones mundiales crezcan un 2 %, con mayor protagonismo de los proveedores sudamericanos en el reparto del comercio total. A corto plazo, sin embargo, el comercio de soja en 2024/25 se recorta en 1 Mt debido a menores envíos desde Brasil, aunque se mantiene en un nivel récord de 179 millones de toneladas.

El arroz se estabiliza con producción récord y comercio al alza

Las proyecciones del IGC para el arroz apuntan a que la producción mundial aumente ligeramente en 2025/26, principalmente gracias al aumento de la producción en los principales exportadores, con un aumento igualmente moderado en el consumo (+1%), impulsado por la creciente demanda de alimentos en África y Asia.