La campaña de siembra de patata de primavera está prácticamente finalizada en buena parte de Europa, según el último boletín MARS del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. Alemania, Francia y Polonia —principales productores del continente— han completado la siembra de forma temprana gracias a unas condiciones favorables de laboreo y humedad del suelo durante abril.

En los Países Bajos, los trabajos están a punto de concluir, con solo una pequeña superficie pendiente. También Dinamarca y Austria presentan un alto grado de avance, mientras que en Suecia y Finlandia, las labores aún están en curso, con un desarrollo más lento por las condiciones meteorológicas.

Por el contrario, en el sur del continente la situación ha sido más dispar. España y Portugal han sufrido retrasos por la persistencia de las lluvias durante marzo y buena parte de abril, lo que ha dificultado el acceso a los campos. No obstante, el ritmo de siembra se ha intensificado en las últimas semanas y ya se han cubierto amplias superficies. En Italia, la siembra se ha dado por finalizada.

A nivel general, la campaña ha contado con buenas condiciones meteorológicas en muchas regiones, aunque los extremos han vuelto a marcar la diferencia. En el norte de Europa —especialmente en Benelux, Alemania, Dinamarca, Polonia y el norte de Francia— la falta de precipitaciones desde mediados de febrero ha alcanzado niveles récord en algunas zonas. Esta sequía prolongada está generando una preocupación creciente sobre la emergencia y el desarrollo inicial de las plántulas, ya que la humedad del suelo se encuentra en niveles críticos y no se esperan lluvias significativas a corto plazo.

La situación contrasta con la registrada en la Península Ibérica, donde la abundante pluviometría ha elevado las expectativas de rendimiento para muchos cultivos, incluida la patata, siempre que las fases posteriores del ciclo vegetativo se desarrollen sin complicaciones.

La previsión de rendimiento para 2025 apunta a una media de 3.740 kg/ha en la UE, lo que supone un crecimiento de un 2% con respecto al año anterior. En el caso de España, se espera una media de 3.190 kg/ha (+7%).