El mercado porcino en Europa muestra señales de reajuste progresivo, aunque persisten diferencias marcadas entre países. La demanda de carne sigue siendo un factor clave, mientras que el comportamiento de los pesos y los flujos comerciales genera contrastes regionales.

En Alemania, el mercado comienza a recuperar cierto equilibrio, aunque con diferencias según las regiones. La reducción de los pesos y una situación más favorable en el mercado de la carne permiten anticipar una posible evolución positiva en las próximas semanas.

En España, la tendencia sigue siendo alcista, impulsada por el mercado de carne y unas importaciones históricamente elevadas. No obstante, la diferencia con otros países europeos se empieza a amortiguar por las subidas en los mismos.

En Bélgica, el precio ha subido a pesar de su alta dependencia del mercado alemán. Esta evolución se produce en detrimento de los márgenes de los mataderos, que tienen que competir con los mataderos españoles, deseosos de cerdos.

En Francia, el mercado mostró una subida, que aunque pequeña (+0,3 ct) fue la primera en ocho meses. Los pesos vuelven a caer (más de 300 g menos) y los volúmenes de sacrificio se mantienen estables (alrededor de 355.000 cerdos).

En Italia, el mercado retoma la senda alcista tras varios meses de bajadas, aunque el peso medio sigue siendo elevado y las importaciones de carne barata desde Alemania continúan.

En Estados Unidos, el mercado vuelve a retroceder esta semana debido a un aumento de los sacrificios que supera los niveles de 2024.

En China, el mercado sigue mostrando una tendencia fluctuante y a la baja, a pesar de cierta recuperación de la demanda. El aumento del peso de los animales limita el impacto positivo de la demanda, por lo que la situación de mercado es débil.