En la sesión de control al Gobierno, el ministro de agricultura, Luis Planas explicó ayer en el Senado que la necesidad de controlar el uso de los antibióticos es la razón de ser de la norma que desde el pasado enero obliga a los veterinarios de mascotas a comunicar mediante un sistema electrónico, Presvet, las prescripciones que realizan de este tipo de medicamentos. Esta obligación está en vigor desde 2023 para los veterinarios de animales de producción.

Ha considerado que el sistema Presvet es una herramienta fundamental para afrontar un problema sanitario actual de primer orden, la resistencia antimicrobiana, porque permite tener una información precisa del consumo de antibióticos. Planas ha asegurado que la normativa, que se deriva de un reglamento comunitario aprobado por el Parlamento europeo con los votos favorables de los grupos socialista y popular, no menoscaba la facultad de los veterinarios, que tienen “libertad absoluta para prescribir los medicamentos que estimen oportuno”.

Cereales

En contestación a otra pregunta parlamentaria, el ministro Planas ha explicado que España produce cada año unos 20 millones de toneladas de cereales, pero que necesita en torno a 38 millones, por lo que tiene que recurrir a la importación, principalmente de Ucrania, Brasil y Estados Unidos, y estar por lo tanto sujeta a los precios de los mercados internacionales, que se han estabilizado tras el incremento que se produjo como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. Esta demanda se explica sobre todo por la necesidad de grano para la alimentación animal, ha señalado el ministro, que ha recordado que España es uno de los principales productores ganaderos del mundo.