El sector agrícola estadounidense afronta con cautela la posibilidad de una nueva guerra comercial con China tras la victoria del expresidente Donald Trump en las elecciones presidenciales. Según expertos, el anuncio de Trump de imponer aranceles de hasta un 60% a los productos chinos podría provocar represalias por parte de Pekín, afectando a las exportaciones agrícolas, especialmente de soja y maíz, productos clave en el comercio bilateral.
China, aunque sigue siendo un mercado importante para las exportaciones agrícolas estadounidenses, ha reducido considerablemente sus compras en los últimos años. Según datos del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), las exportaciones a China cayeron un 24% en 2023, alcanzando los 29.100 M$, y se espera que esta cifra disminuya aún más en 2024. La soja, el principal producto exportado, registró una reducción significativa, pasando de 36,1 Mt en 2016 a solo 26,4 M en 2023.
Contexto de las tensiones comerciales
Durante su campaña, Trump anunció la imposición de nuevos aranceles a productos chinos y de otros países, medidas que podrían dificultar el acceso a mercados clave para los agricultores estadounidenses. Este escenario ocurre en un momento delicado para el sector, que enfrenta precios bajos del maíz y la soja debido a cosechas abundantes y a la intensa competencia de Brasil en los mercados internacionales. Además, las previsiones indican que EE. UU. alcanzará un déficit comercial agrícola récord de 42.500 M$ en 2025, según el USDA.
Diversificación como estrategia de mitigación
Ante este panorama, la industria agrícola estadounidense ha intensificado esfuerzos para diversificar sus mercados y reducir su dependencia de China. Según el Consejo de Granos de EE. UU., se ha trabajado en expandir las exportaciones hacia el sudeste asiático, África e India, además de enfocarse en productos de mayor valor añadido. Sin embargo, el tamaño y la demanda del mercado chino son difíciles de reemplazar.
Por otro lado, México y Canadá han ganado protagonismo como principales destinos de las exportaciones agrícolas de EE. UU. En 2024, México se convirtió en el mayor comprador, adquiriendo productos por un valor récord de 30.000 M$, desplazando a China al tercer lugar.
El sector agrícola asegura sentirse mejor preparado para afrontar posibles nuevas tensiones comerciales gracias a la experiencia adquirida durante la guerra comercial de 2018. El Consejo de Granos de EE. UU., también señaló que esta experiencia ha permitido a los productores desarrollar estrategias para mitigar riesgos y adaptarse a escenarios de incertidumbre.
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