El sorgo, un cultivo conocido por su alta producción de biomasa y resistencia al cambio climático, está ganando terreno en Polonia, especialmente como complemento del maíz en las instalaciones de biogás. Estas características han captado el interés de los productores, quienes ven en él una opción viable para diversificar la producción energética a partir de cultivos.
Gabriel Gawracki, responsable de explotación en un centro de cultivo cercano a Kętrzyn, trabaja en una de las 150 instalaciones de biogás en el país. Este centro forma parte del complejo Brzeźnica, que abarca casi 1.200 hectáreas. Gawracki ha comenzado a implementar el sorgo como insumo para la producción de biogás y ha observado resultados prometedores.
“Hemos apostado por el sorgo como complemento del maíz en nuestra fábrica de biogás. Comenzamos con 25 hectáreas y planeamos aumentar la superficie a 70 hectáreas la próxima temporada. Utilizamos una variedad de sorgo ensilado de alta biomasa, lo que es fundamental para la producción de biogás”, comenta Gawracki. En su fábrica, han encontrado que una mezcla del 70 % de maíz ensilado y un 30 % de sorgo ensilado proporciona la combinación ideal para maximizar la eficiencia energética. Además, utilizan residuos de centrales lecheras y mataderos, lo que completa el proceso de producción de biogás con insumos sostenibles.
Una de las principales ventajas del sorgo es su bajo requerimiento de agua, algo que ha sido clave durante la última estación de crecimiento en la región. “A pesar de la sequía, el sorgo ha demostrado una capacidad de crecimiento impresionante, alcanzando hasta 4,5 metros en solo dos meses”, señala Gawracki. Esta rápida adaptación y resistencia al clima seco subrayan el potencial del sorgo como una solución rentable y sostenible para las instalaciones de biogás en Polonia.
Buenísima noticia que se publique por fin algo que relacione a los cultivos convencionales con el biogás. Parece que da miedo explicar que una de las fuentes más utilizadas para producir biogas es el ensilado de maíz, que se lleva usando desde hace muchos años en países como Italia, Alemania y toda Centro Europa.
Las plantas de biogas funcionan casi exactamente como el rumen de una vaca, fermentando la materia prima y expulsando metano (causa de que se culpe a las pobres vacas del «pernicioso efecto» de sus eructos sobre la atmósfera y en el calentamiento global). El mejor alimento para los rumiantes está demostrado ser el silo de maíz, por su altísima concentración energética, y es lo que las plantas de biogas más eficientes emplean para tener una producción estable a lo largo del tiempo, evitando el uso en exclusiva de otros residuos orgánicos más peligrosos y de composición muy variable en el tiempo.
El problema es que está mal visto decir que se competiría entre el maíz para producir grano o forraje con el que se usaría para producir biogas (y reducir nuestra factura de los actuales proveedores).
España es deficitaria en maíz y siempre se han puesto trabas al desarrollo del biogas, por esta razón y por muchos otros intereses más «ocultos», razón por la que sólo se hable del empleo de lodos de depuradoras, residuos de mataderos… Se habla solamente de las plantas de biogas como transformadoras de residuos orgánicos complejos de tratar, cuando lo lógico es pensar en una «economía circular» en la cual, la planta compra cultivos energéticos para la producción de biogas, y produce un residuo, el digestato, de muy alto valor como fertilizante que usarían los agricultores en mejorar los terrenos de cultivo y volver a producir materia prima para la planta.
Bienvenido, pues, el sorgo forrajero o incluso las variedades de sorgo x pasto del Sudán, capaces de producir altas cantidades de forraje en tantos terrenos que no pueden sembrar maíz por tener condiciones de cultivo mucho más adversas o falta de agua, y así desarrollar y consolidar plantas de biogas en España, que traigan alternativas a los agricultores y fijen la población rural, cultivando energía!!
Desearíamos saber más información sobre el sorgo donde se puede ver,en plantaciones y simiente puntos de venta, semillas y más contenidos que conllevan dichos contenidos.