El Secretario de Agricultura de EEUU ha hecho un anuncio que durante años ha sido reclamado por los sectores ganaderos del país: se va a modificar el etiquetado de origen de las carnes. Con la nueva norma, para que la carne sea etiquetada como “Product of USA” (producto de EEUU) o “Made in the USA” (Hecho en los EEUU), el animal tiene que haber nacido, haberse criado y haber sido sacrificado en EEUU, es decir, todo el proceso tiene que haber transcurrido en EEUU.

Lo que dice la nueva norma, parece no solo lógico, sino lo que tendría que ser y lo que entiende el consumidor. Sin embargo, no es lo que pasa ahora. Una carne puede llevar el etiquetado de «Made in USA» siendo una carne importada que haya sido envasada en EEUU. Para la industria cárnica estadounidense, si el proceso de despiece y/o troceado y envasado se reproduce en EEUU, esa carne ya es de ese país.

La nueva norma seguirá siendo voluntaria, como lo es la actual, se aplicará a todas las especies animales y entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026.

En Canadá han saltado las alarmas, ya que mucha carne canadiense entra en el mercado de EEUU para su posterior procesado y envasado y en muchos casos, para su etiquetado como carne USA. El gobierno canadiense ya ha avanzado que la nueva norma puede alterar las cadenas de suministro.