Si, es verdad, en Cataluña producimos más cerdos de los que comemos. De hecho, aproximadamente, exportamos el 76% de nuestra producción pero, de igual modo, en nuestro país también se producen más medicamentos o coches de los que consumimos el conjunto de catalanes. Pero, ¿por qué estas otras actividades no quedan estigmatizadas y el sector ganadero sí?
Entendemos que, todo lo relacionado con la alimentación puede tener mayor repercusión, sin embargo, somos un sector esencial, tal y como dice una Administración que, por otra parte, permite el ataque continuo a la actividad ganadera desde los contenidos de su televisión pública, la de todos los catalanes.
Una criminalización de la ganadería, a la que la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales contribuye de forma habitual, permitiendo la transmisión de mensajes que tienen el objetivo de crear una imagen sesgada y errónea del sector.
De hecho, el pasado dieciséis de enero, en TV3, tuvimos una muestra más con la emisión del programa Sense Ficció, con título “Porca Misèria”, que realizaba una criminalización descarnada contra la ganadería porcina. Un programa que, empezando por el titular y, siguiendo por su contenido, estaba teledirigido para crear una opinión pública negativa del sector porcino, en base a afirmaciones que faltaban a la verdad (como por ejemplo, utilizando un concepto sin regular como es el de “ macro-granjas” y pretendiendo calificar con esta terminología a buena parte de granjas porcinas de Cataluña); sin verificar ni contrastar, o sin puntualizar dentro del contexto.
Durante el programa, los ganaderos y ganaderas de porcino, tuvimos que soportar acusaciones sobre nuestra contribución a la contaminación de nitratos en las aguas, emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), maltrato animal e incluso fuimos acusados de explotación laboral, pero ¿cuáles de estas afirmaciones se han verificado? ¿cuáles son reales?.
Desde el JARC, denunciamos que la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales no permitiera una defensa por igual de estas acusaciones durante el reportaje y, sobre todo, no verificara por adelantado los posibles argumentos erróneos que criminalizaban al sector porcino, a menos, que también sea responsable de los mismos.
La imagen que el reportaje dio de la ganadería porcina está muy alejada de la realidad y, sobre todo, de los esfuerzos que hace el sector por adaptar las granjas a todas las exigencias normativas marcadas por los estándares de producción más elevados del mundo, los europeos, donde la sostenibilidad ambiental no depende del volumen de la granja, sino de su eficiencia y medidas de corrección contempladas.
De hecho, por el contrario de lo que se dijo en el reportaje, recordemos, bajo el beneplácito de la televisión pública catalana; la producción ganadera, según los datos oficiales del Inventario Nacional de Gases Efecto Invernadero del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), la producción ganadera representa únicamente el 7,8% del total de GEI, y el sector porcino, el 2,43% de este total, superado por mucho, por los sectores transportes (27%), industria (19,9%) o electricidad (17,8%).
En la opinión pública, tampoco se explican los esfuerzos que el sector porcino realiza continuamente para mejorar su sostenibilidad, destacando su compromiso con el medio ambiente, con una reducción del 42,9% de sus emisiones GEI, por cerdo engordado, en el período 1990-2021.
Ahora bien, no huimos de nuestras obligaciones y, reconocemos que hay aspectos a mejorar, como por ejemplo, el tema de nitratos en las aguas subterráneas, pero ¿Tenemos pruebas reales de que la procedencia de los nitratos en las aguas sólo tengan procedencia porcina ? ¿Sólo se encuentran nitratos de origen ganadero? No es verdad, aunque así se haga creer.
De hecho, en 2018, la Agencia Catalana del Agua, presentó el estudio “Determinación del origen de los nitratos: técnicas isotópicas, trazadores microbiológicos y análisis de presiones”, el cual no pudo demostrar con claridad el origen ganadero de los nitratos hallados, si no que, en la mayoría de casos, la contaminación es difusa, con un mayor porcentaje de origen inorgánico en aguas subterráneas y, de origen urbano en aguas superficiales.
Por este motivo, exigimos a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales respecto a un sector que tiene una alta contribución a la fijación de gente en territorio y al desarrollo económico de las zonas rurales, con 5.417 granjas activas, y generando 35.000 puestos de trabajos asociados, lo que representa el 75% de una industria cárnica, que supone el 21,6% del PIB industrial catalán y el 4% del PIB total de Cataluña.
En definitiva, desde el sector porcino, estamos cansados de esta “Porca Demagogia”, y continuaremos defendiendo la realidad de una ganadería que lleva mucho tiempo invirtiendo en proyectos que reducen las emisiones, el consumo de agua y la contaminación de los acuíferos ; mejorando nuestra imagen y participando en el desarrollo de proyectos para la mejora de la gestión de las deyecciones ganaderas, y las oportunidades que éstas presentan fuera del marco de la fertilización.
Estamos dando de comer a muchísima gente a precios asequibles y que dejen de criminalizar a un sector esencial en España estamos dando miles de puestos de trabajos directos e indirectos y miles de camiones y mataderos viviendo de nuestro trabajo y millones de dinero en impuestos para este gobierno
Es indignante el intentar crear opinion en contra de los ganaderos.
Si hay que ser tan estrictos que paren los aviones y los coches que contaminan mas y cin temas mas nocivos.
Pasa en España, y esta pasando en el mundo. Aplaudo tu valentía y honestidad para escribir este Magnífico artículo.
Lo comparto por considerarlo de gran utilidad.
Saludos.